El PSOE ganaría las elecciones de celebrarse a día de hoy. Así lo ha recogido el CIS postelectoral del mes de agosto. Los socialistas obtendrían el 29,7% de los votos, aumentando en un punto su resultado de los comicios generales del 28A. Sin embargo, en la otra cara de la moneda se encontraría Ciudadanos. 

El partido de Albert Rivera sufre la caída más estrepitosa. La formación liberal perdería prácticamente la mitad de sus votos con respecto al 28 de abril. Tan dura es la caída de Ciudadanos, que se situarían como cuarta fuerza, adelantados por Unidas Podemos, que se ubicaría en tercera posición con 8,6 puntos.

Una debacle para los intereses naranjas, que ya se veían como líderes de la oposición, dando el sorpasso al Partido Popular, en un breve periodo de tiempo. Sin embargo, Ciudadanos apenas alcanzaría el 7,4% de los votos, dilapidando todos sus anhelos y convirtiéndose en el partido que más bajaría. Los conservadores de Pablo Casado verían como se esfumaría el 5% de los votos, distanciándose aún más de un PSOE intratable, pero manteniendo con respecto a sus perseguidores. 

Por otro lado, la formación de Santiago Abascal también vería su cuenta de apoyos recortada con extrema fiereza. Los ultraderechistas de Vox sumarían el 3,3% de los apoyos, en contraposición del 10% cosechado en abril. Un resultado que prácticamente igualaría Esquerra Republicana, que obtendría el 3% de los sufragios, aunque bajaría un punto en comparación a los anteriores comicios. 

Un dato reseñable de este CIS es que, con la amenaza de la repetición de elecciones, hasta un 10% de españoles no sabría a quién votar, mientras que el 9,8% se decantaría por no votar. El abstencionismo advierte a todos los partidos ante la nueva convocatoria electoral. 

Voto más simpatía

Cruzando los resultados obtenidos en intención de voto directo y la simpatía que los encuestados muestran por cada una de las formaciones políticas, el PSOE se llevaría el 32,2% de los sufragios, seguido del Partido Popular, que se quedaría en 12,8%, y Unidas Podemos, que aglutinaría el 9,9% de los apoyos. 

Ciudadanos y Vox cerrarían la plana de los grandes partidos con un 8,6% y 3,5% respectivamente. Dos tremendas y dolorosas caídas.