La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha decidido enrocarse en el cargo y en su versión sobre el escándalo del máster: "No voy a dimitir porque no he cometido ninguna ilegalidad y no he mentido". Así lo afirmó antes de cara paso a las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa que convocó en el hotel Barceló Renacimiento de Sevilla, lugar donde se celebra la convención nacional del PP. Cifuentes se agarra a único clavo: es la Universidad la culpable de todo este desaguisado, es la Universidad Juan Carlos la que tiene que buscar y encontrar la documentación y ella es la primera interesada en que se aclare todo el asunto porque ella es la principal perjudicada.

La presidente madrileña anunció que comparecería en rueda de prensa a su llegada a la estación del AVE Santa Justa, después de una demoledora rueda de prensa del rector de la Universidad y la que afirmó que no había registro alguno de que Cifuentes se hubiese examinado y de que el trabajo fin de máster existiera. El rector afirmó que había indicios de delito y que trasladaba el asunto a la Fiscalía. Pero además el director del supuesto máster de Cifuentes, Enrique Álvarez Conde, declaró a primera hora de este 6 de abril en Onda 0 que había falsificado el acta de aprobación por orden del rector. El rector, Juan Ramos, ha anunciado que le demandará.

La carga de la prueba a la Universidad

La presidenta de Madrid y del PP madrileño tiene un hilo argumental del que no se mueve: Es la Universidad la que tiene que demostrar que ella hizo el máster y la que tiene que encontrar los papeles. Reiteró que ya demostró con documentación que ella hizo el máster, se examinó y presentó el trabajo fin de máster “delante de tres personas”. Más allá, es responsabilidad de la Universidad Rey Juan Carlos. Preguntada si podía decir los nombres de las tres personas que le examinaron, se negó a ello

Si se hizo algo irregular, fue la Universidad en temas administrativos, ha venido a decir: “Son cuestiones que pertenecen exclusivamente al ámbito de gestión, de administración de la Universidad. Son cuestiones ajenas a cualquier alumno”, ha dicho.

“Es la universidad la que lo tiene que aclarar, no me corresponde a mi como alumna”. A ella como alumna le corresponde demostrar que se matriculó, se examinó y terminó el máster. Cifuentes asegura que todo eso ya lo ha demostrado. Sólo que su director de máster ha dicho que el acta de aprobado que ella enseñó es falsa. “Es un documento rubricado y oficial que acredita que yo terminé mis estudios de postgrado”, ha dicho.

Cabe recordar que según informaciones desveladas por elDiario.es y ElConfidencial.com, Cifuentes se matriculó tres meses después de que comenzaran las clases del máster lo que imposibilita que fuera al 80% de las clases presenciales exigidas para conseguir el aprobado. Además, las firmas de las tres profesoras que aparecen en el acta de aprobado se falsificaron, se modificaron las notas de dos asignaturas de no presentado a notable dos años después de que terminara el máster y el TFM (Trabajo Fin de Máster).

Pide a los periodistas que no la persigan

Cifuentes se ha quejado de sufrir un "auténtico acoso mediático, me persiguen por la calle, me persiguen por los pasillos......" y segundos después de dar por finalizada la rueda de prensa, volvió a acercase a los micrófonos para pedir a los periodistas que "no me persigan por los pasillos, al menos durante estos dos días", lo que dura la convención del PP y de la que ya se ha convertido en protagonista indiscutible.

El esperado saludo con Rajoy

El jefe del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, no ha tenido más remedio que saludar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, al inicio de la Convención Nacional del PP en Sevilla. Dicho encuentro tenía como objetivo ser el pistoletazo de salida a estrategia electoral del partido conservador de cara a 2019 pero, como sus propios dirigentes han reconocido, se ha 'echado a perder' por el escándalo del máster de Cifuentes y la puesta en libertad de Carles Puigdemont por la justicia alemana.