¿Se pagó el ministro de Justicia, Rafael Catalá, su estancia en Baqueira Beret y la comilona en el restaurante del hotel? Es la pregunta que está ahora en el aire, después de que se conociera que Catalá había estado celebrando el cumpleaños del defraudador Manuel Torreblanca hace dos semanas en la elitista estación de esquí del Pirineo Catalán.

El caso no es baladí, porque el responsable de la Justicia española no tuvo reparos en acudir a la celebración de Torreblanca, quien en junio de 2015 fue condenado a una pena de dos años de cárcel por siete delitos fiscales. La pena, sin embargo, le permitió no pisar la cárcel y sólo tuvo que pagar una multa tras defraudar 1,6 millones de euros en el impuesto de sociedades y 348.393,23 euros en el IVA.

Una solución bastante favorable a juzgar la gravedad y cantidad de delitos que se le imputaban. Y ese trato tan laxo le fue concedido tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, la Abogacía del Estado -organismos que dependen del Ministerio de Justicia- y la Generalitat catalana.

Preguntarse quién pagó los gastos de Catalá está justificado por dos antecedentes. El primero de ellos, que el ministro ya se dejó agasajar el año pasado por el Atlético de Madrid, club del que es aficionado, con un viaje a Milán para asistir a la final de Champions contra el Real Madrid. Catalá ni siquiera tuvo reparos a fotografiarse con el presidente del club, Enrique Cerezo, quien está imputado por cohecho y blanqueo de capitales junto a Ignacio González, expresidente de la Comunidad de Madrid, en el caso ático, la investigación sobre el origen del piso de lujo que el político tiene en Marbella.

Por otra parte, porque no sería la primera vez que un ministro del Gobierno de España se ve agasajado por empresarios de dudoso jaez. José Manuel Soria mintió hasta la saciedad para asegurar que se había pagado su estancia en un lujoso hotel de Punta Cana. Finalmente, la justicia dio la razón a eldiario.es y señaló que esas vacaciones habían corrido a cargo del dueño del resort, del Grupo Martinón. Empresa que también posee el lujoso hotel Volcán de Lanzarote, declarado ilegal por la justicia y en el que Soria ya se había alojado en varias ocasiones.

En ELPLURAL.COM hemos intentando obtener una respuesta del Ministerio de Justicia, reclamando una aclaración sobre quién sufragó el banquete del que disfrutó Catalá y quién pagó su estancia en Baqueira Beret.

Tras hablar con el gabinete del ministro, se nos ha reclamado que hiciéramos las preguntas por email, lo que ha cumplido uno de nuestros redactores.

Pasadas tres horas sin obtener una mínima respuesta, nos hemos vuelto a poner en contacto con el gabinete, por vía telefónica, para reclamar una aclaración. Algo que hemos conseguido a medias.

Desde el gabinete de Rafael Catalá se limitan a señalar que el viaje a Baqueira “no forma parte de la agenda del ministro” sino que pertenece a su “agenda privada”. “Desconocemos los términos del viaje”, señalan, para concluir que “no son actos como ministro”. Al parecer, un ministro deja de serlo los viernes a las 15:00 horas, sobre todo si es para reunirse con defraudadores condenados por la Justicia que él rige.