El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha asegurado que los ataques al juez del caso Dina, Manuel García Castellón, provienen de la extrema derecha. Así lo ha afirmado en sede parlamentaria a preguntas de la diputada de Vox, Macarena Olona, quien precisamente ha acusado al propio líder morado de haber provocado las amenazas.

Olona ha acusado a Iglesias de azuzar y encabezar las críticas y amenazas denunciadas por el magistrado, ante lo que Iglesias le ha solicitado que “cite las declaraciones mías que han provocado tales amenazas”.

Tras este primer encontronazo, la parlamentaria ultra, que no ha sido capaz de citas las declaraciones, ha bromeado con que “ahora que lleva la nuca más despejada” puede notar “el aliento de la Justicia”. Asimismo, ha insistido en que Podemos se ha inventado “una inexistente campaña de una mafia parapolicial con tentáculos en la prensa”.

"Usted es un auténtico matón porque practica matonismo político. Ese moño no podrá esconder al autentico coletas, que aspira a parecer en los telediarios con chandal bolivariano”, ha concluido.

Iglesias ha apuntado que “condenamos todo tipo de amenazas”, al tiempo que ha esgrimido que “varios analistas en redes han demostrado que las amenazas provienen de cuentas relacionadas con la extrema derecha y ustedes”. En este sentido, ha anunciado que Interior ya está estudiándolo

Además, ha dicho que le llama poderosamente la atención que hable de amenazas cuando “el Twitter de su partido político” instaba a la derogación de la Ley de Memoria Histórica con una imagen de un acto vandálico sobre la figura de Largo Caballero: “Primer aviso”, advertía el tuit.

Tras este primer mensaje, “el presidente de su partido [Santiago Abascal] dijo a a los magistrados del Tribunal Constitucional ‘a ver si se enteran de cuál es su deber. Si no van a hacerlo, que dimitan o se preparen’. ¿Que se preparen para qué?”.

Por último, Iglesias considera que todo esta colección de vituperios no revelan sino “una enorme frustración y complejos. Les gustaría ser terribles fascistas pero no pasan de acomplejados reaccionarios”.