Es la primera vez que los militantes del Partido Popular tienen en sus manos el futuro de la formación, que serán ellos los que elijan en primarias al nuevo líder del partido. Sin embargo, todo parece apuntar a que el PP pinchará en este proceso que quisieron vender como democracia interna, pues se espera que no votarán más del 8% de los afiliados.

Sobre este tema ha hablado Pablo Casado, uno de los candidatos a dirigir el PP tras la marcha de Mariano Rajoy, siendo duro y contundente. "No conseguimos que ni siquiera nuestros propios militantes se ilusionen con nuestros procesos internos", ha dicho desde Zaragoza, uno de los putos de su particular roadtrip por España como parte de su campaña.

Casado considera que es una “malísima noticia” que se pueda producir una participación “tan baja de militantes” y cree que la culpa la tiene el propio partido, que ha dejado de ser atractivo hasta para los militantes.

Así, "es imposible que seamos atractivos a los ciudadanos en las próximas elecciones si no conseguimos que nuestros propios militantes se ilusionen con nuestros procesos internos", ha lamentado este martes.

Que voten hasta los no inscritos

Por eso apuesta por una solución: que hubieran podido votar “todos los militantes sin necesidad de inscribirse"

Y es que, a falta de datos oficiales podrían conocerse en las próximas horas, los afiliados que se han inscrito para votar en la elección de su presidente no va a llegar probablemente al 10%, tal y como ha reconocido el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maíllo.

Además, Casado ha querido hacer grupo dentro de la rivalidad asegurando que, si él gana el congreso, "nadie pierde" y ha advertido de que cualquier fractura en el PP "sería letal", porque no ganarán las elecciones con independencia de quien sea candidato. De hecho cree esa fractura ya se está produciendo por los posicionamientos públicos en favor de los distintos candidatos cuando "cada afiliado es el jefe, y decide".

Casado quiere ser "el candidato de las bases" y lanza un mensaje: "No he llegado aquí para que nada cambie.