Manuela Carmena ha vuelto a poner tierra de por medio entre ella y Pablo Iglesias. En una entrevista en Espejo Público, donde se ha justificado por anunciar a horas intempestivas que levantará las restricciones al tráfico en Madrid, la alcaldesa ha arremetido contra el polémico discurso de Gabriel Rufián, aplaudido con ímpetu por la bancada de Unidos Podemos, y ha cargado contra los “aplausos” y los “abucheos” en el hemiciclo.

Preguntada en concreto por las palabras del portavoz de ERC, Carmena ha aseverado que está "absolutamente en contra de cualquier tipo de descalificación la haga quien la haga". De esta manera se distancia del líder de Podemos, quién lo defendió a capa y espada asegurando que “si ha ofendido es porque ha dicho muchas verdades”.

Y es que, la “alcaldesa del cambio”, como muchas veces la ha llamado Iglesias, se ha querido desmarcar de cualquier práctica política que suponga un obstáculo para alcanzar acuerdos: "Fuera aplausos, fuera abucheos, entendámonos". De hecho, ha añadido que "me gustaría que no aplaudiéramos, me parece muy infantil", en referencia a que en la Cámara solo se aplaude a los tuyos y se abuchea al resto, sin tener en cuentan la esencia.

El poema del cambio

Pablo Iglesias sigue empeñado en acercarse a “las alcaldesas del cambio”, Ada Colau en Barcelona y Manuela Carmena en Madrid, para avalar que Podemos podría hacer una buena gestión a nivel nacional. Sin embargo, éstas parece que le dan calabazas. Colau montará su propio partido en Cataluña, y Carmena se desmarca una y otra vez de la formación morada, y más concretamente de Iglesias.

En este caso, ha hecho especial hincapié en que es independiente y que no solo ella, sino que muchos jóvenes políticos quieren ser “versos libres”.