Los profesionales del Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid, SUMMA 112, han denunciado "el caos" que vivieron durante la nevada por la falta de previsión de las autoridades madrileñas, a pesar del aviso de la Agencia Estatal de Metrología (AEMET) sobre la borrasca Filomena, el 5 de enero.

"La mayoría de los recursos no pudieron ser utilizados por culpa de la mala gestión y la falta de previsión”, han asegurado trabajadores del Servicio de Urgencia Médica a la Cadena SER.

Según estos profesionales, se provocó "una situación dramática y caótica donde gran parte de las urgencias no pudieron ser atendidas” porque “no hubo previsión de daños ni se preparó nada para afrontar la nevada que se nos venía encima. Ni ruedas de invierno, ni cadenas, ni palas, ni sal, ni protocolos de actuación”.

Los dispositivos móviles del SUMMA 112 “no podían circular por inadecuados, por viejos, por no tener cadenas, porque éstas se rompían al ser muy viejas”, aseguran los trabajadores.

La gerencia del SUMMA no hizo caso a la Aemet

A partir de sus testimonios, la SER ha hecho una reconstrucción de lo sucedido en la Comunidad de Madrid, tras el comienzo de la nevada, después de que la Aemet alertara en un comunicado de la borrasca Filomena, el 5 de enero, un aviso que no se tuvo en cuenta en la gerencia del SUMMA, según las denuncias.

El jueves 7 de enero, cuando ya había empezado a nevar, la Dirección Asistencial del SUMMA mantuvo una reunión con los responsables de las Unidades Funcionales (RUFs), “sin que en ella se tratara nada relacionado con la borrasca de nieve que ya había comenzado”, lo que significa, que no sólo carecían de plan para prevenir los efectos de una nevada que ya se anunciaba como histórica, sino que ni siquiera se les pasaba por la cabeza que hubieran de tenerlo”. 

Un día después, el Gerente del SUMMA 112, Pablo Busca envió una carta al personal comunicando que desde el día 7 el SUMMA se unía a la Campaña de Vacunación frente al COVID-19, “pero de la nevada, ni una palabra”.

Médicos con enfermos críticos sin poder trasladarles

Ese día, en los grupos de Whatsapp de las unidades móviles, empezaron a surgir preguntas sobre si había algún protocolo de actuación, pero no hubo respuestas para las mismas. Sobre las 20 horas, se empezaron a notificar las unidades atrapadas en las carreteras, “también profesionales sanitarios que se encontraban en domicilios esperando ambulancia para traslado de un paciente al hospital y que no podían dejar por su situación clínica”.

En esos grupos, a las 22:04 uno de los técnicos del SUMMA preguntó: “¿Algún VIR [Vehículo de Intervención Rápida] operativo aún?”. Pero la respuesta fue negativa. Solo 4 minutos después se respondió que “todo está colapsado y que ya no hay libres ni Ambulancias Básicas, ni VIRs, ni UVIs”.

368 pacientes graves para los que las ambulancias nunca llegaron

El sábado 9 de enero "el teléfono de incidencias que ya estaba saturado se colapsó. Nadie sabe lo que tiene que hacer”, recuerdan los profesionales que trabajaban aquel día en el Centro de Coordinación. 

“Hubo más de 368 pacientes graves a los que se les asignó recursos que nunca llegaron”, aseguran esos profesionales. No había equipos disponibles. Se contó con 3 ambulancias de las 30 disponibles por las noches. Ese día funcionaron solo 3 Vehículos de Intervención Rápida (VIR) que se utilizaron por equipos de UVIs, “pero no tenían capacidad de traslado”, más tarde se sumaron 4 vehículos de la UME “que funcionaron como UVIs, y un vehículo más para avisos de enfermería”.

A las 5 de la madrugada dejó de estar operativo el último de los vehículos (turismos) de la última UAD de los 40 que tiene el SUMMA. Estos coches no tienen capacidad de traslado. Ese mismo sábado, en la Cadena SER, uno los técnicos del SUMMA reconoció que era imposible atender un infarto o un embarazo porque físicamente eran incapaces de llegar. Aquel mismo día el SUMMA recibió más de 6.100 llamadas.

El recuento de los muertos

El doingo se comenzaron a certificar las defunciones que se habían producido desde el viernes. “Se trata de muertes esperables por edad o procesos finales de enfermedades”, explicaron a la SER desde la Gerencia del SUMMA, “el sábado fue muy complicado realizarlas porque la prioridad era las emergencias como partos, Ictus, infartos, paradas cardiorrespiratorias”.

Sin embargo, profesionales que centralizaron esas gestiones aseguraron que "hubo en exceso de mortalidad esos días, detectamos 20 fallecimientos más de lo que se suele producir en un día normal, muchos no eran esperables, eran personas enfermas que se agravaron porque no llegaron a los hospitales”.

El domingo 10 de enero comenzaron a rellamar a las personas graves a las que se asignó un recurso que no llegó, pero “muchos ya no contestan”. Ese mismo día se suspendió el turno de llamadas al entrar el turno de noche, “quedan 200 llamadas por hacer”. Desde la dirección del SUMMA han dicho que ninguna llamada 'colgada' quedó sin responder.

Una unidad para todo Madrid

El lunes 11 de enero, “algunos compañeros llevan 72 h. de guardia” y  "sólo había una Unidad de Atención Domiciliaria (UAD) funcionando en todo Madrid. Varias UVIs móviles con el equipo incompleto, sin médico, sin enfermero, con un solo técnico y sin cadenas”, denuncian.