Patricia Hernández, diputada PSOEAhora no es la oposición, ni un periódico, ni un contertulio, ahora lo dice un juez. El Juez Ruz en su auto del pasado viernes es el que habla de la existencia de la contabilidad B del PP.

El juez en su auto habla de una “presunta existencia por parte del  Partido Popular de una cierta corriente financiera de cobros y pagos continúa en el tiempo al margen de la contabilidad remitida al Tribunal de Cuentas”… de la contabilidad oficial. Es decir, que el juez Ruz acredita en un auto que existe la contabilidad B del PP.

Así las cosas a Cospedal no se le ocurre otra cosa que desacreditar al juez (por cierto, al que ellos querían frente al juez Bermúdez) y pedir al fiscal que le ayude, pedir al fiscal que los defienda. Y lo que debería saber Cospedal es que los fiscales, el Ministerio Fiscal, no está para defender a nadie, tampoco al Partido Popular.

Pretender que el fiscal actúe como defensor, creer que puede darle órdenes como secretaria general del PP, es una prueba más de cómo entienden el Estado de Derecho y la democracia, una más, junto a las mentiras de Rajoy en sede parlamentaria, la destrucción de pruebas en forma de discos duros o presentarse como acusación particular y que te expulsen del juicio por actuar como defensa de Bárcenas.

La cosa es que confirmada la caja B del PP se corrobora la financiación irregular del PP, dinero negro, que sirvió, entre otras cosas, y como apunta el juez, para pagar obras en la sede popular de la calle Génova, siendo Rajoy presidente del Partido Popular. Financiación irregular que no viene de almas caritativas que le dan dinero “por la cara” al PP, sino que lo hacen, como deben suponer todos, porque reciben algo a cambio, por tanto, “donaciones” que provienen del supuesto cobro de comisiones de empresas que se beneficiaban y/o benefician de contrataciones públicas… por tanto… de nuestro dinero, de nuestros impuestos, indirectamente.

De ese dinero se hicieron las obras de la sede del PP, y de ese dinero provinieron los sobresueldos en B que refleja la contabilidad B del PP y que hemos dado en llamar “los papeles de Bárcenas” y no podían ser los papeles de otro señor, sino de Bárcenas, porque era Bárcenas al que le correspondía llevar la contabilidad del PP, la A, y ésta, la B, porque una vez más, y para que no se nos olvide… Bárcenas no pasaba por allí, sino que era el tesorero del partido del Gobierno y fue su “mano la que entrega el sobre a la señora De Cospedal” o los sobres que recibió el que hoy es presidente del Gobierno, según esos mismos papeles.

Confirmado por el juez Ruz, que el PP tuvo cuenta B “continua en el tiempo” toca preguntarnos si pueden seguir gobernándonos, si puede el que era presidente del PP cuando tenía contabilidad B, seguir siendo presidente del Gobierno, si puede seguir eludiendo dar explicaciones en el parlamento después de este auto judicial. Si puede seguir pidiendo “sacrificios” a los españoles y españolas, que traducido del “neolenguaje PP” al castellano significa, si pueden seguir amargando la vida de la gente y causando más y más sufrimiento, destrozando el Estado del Bienestar, recortando becas y prestaciones por desempleo, empobreciendo a pensionistas y trabajadores… un señor que según la contabilidad B acreditada por un juez, cobró sobresueldos en negro.

Un señor que mientras escribo estas líneas le han preguntado sobre el auto del juez Ruz donde acredita la contabilidad B del PP y sobre la sentencia a Carlos Fabra, hace unos años según sus palabras “ciudadano y político ejemplar” y su única respuesta es: “Poco tengo que añadir (…) respeto y acato lo que digan los tribunales”. Sólo le queda añadir una cosa… "aquí tienen mi dimisión".

Patricia Hernández es diputada socialista en el Congreso

En Twitter es @PatriciaHdezGut