Isabel Díaz Ayuso tenía un propósito: calcar la estrategia de aquel al que derrocó, Pablo Casado, de acudir a Europa a cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez y ganar enteros. Sin embargo, su desfile, finalmente, se ha asemejado más a la breve incursión que realizó José Luis Martínez-Almeida. Una agenda copada de grandes nombres con los que aseguraban que iban a reunirse, pero luego, no. La presidenta de la Comunidad de Madrid había anunciado que tenía agendado un encuentro con la presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola (Partido Popular Europeo). Sin embargo, no habrá tal cita, o al menos no como se vendió.

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En la agenda de Metsola no figura y, según el equipo de Ayuso, se verán, aunque únicamente será un saludo. Ni tan siquiera un encuentro informal, no. Un saludo. De hecho, a la hora a la que estaba previsto, la presidenta del Parlamento Europeo tiene otra reunión con el supervisor europeo para la protección de datos, Wojciech Wiewióroswki.

Las previsiones infladas de Ayuso

La semana pasada, la Comunidad de Madrid vendió a bombo y platillo el viaje ("intesifica su agenda europea", llegaron a decir) y prometieron "encuentros con dirigentes de la UE". Incluso este mismo martes por la noche, cuando la agenda de Metsola llevaba ya dos días ocultando su cita con Díaz Ayuso, el equipo de la presidenta vendía en sus previsiones que, este miércoles, "Díaz Ayuso se reúne en Bruselas con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola". Además, anunciaban que a primera hora se celebraría el tradicional Consejo de Gobierno de los miércoles, pero que "Díaz Ayuso participará en la reunión de manera telemática desde Bruselas, donde está manteniendo reuniones con representantes de las instituciones comunitarias". Sin embargo, esta mañana se veían obligados a reconocer que no habría reunión, si no un saludo.

Con quien sí sea visto ha sido con tres comisarios, por cierto, todos de su familia política: Janez Lenarcic (Gestión de Crisis), Mariya Gabriel (Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud) y Dubravka Suica (vicepresidenta de la Comisión y Comisaria de Democracia y Demografía).

El farol de Washington

Cabe recordar que no es la primera vez que Ayuso infla un encuentro internacional y acaba siendo una fruslería. A principios de octubre la dirigente popular armó un tour por Estados Unidos en plena guerra con Casado, entre otras cosas para rehuir la Convención Nacional de su partido. Tenía previsto visitar el Capitolio de Washington y verse con los miembros del caucus hispano. La respuesta no fue la deseada. Esperaba saludar a los 38 congresistas demócratas y solamente se vio las caras con cinco miembros del caucus, algunos de ellos de forma presencial y otros conectados por videoconferencia.

Y todo este bluf después de que el Partido Popular agitara dos campañas contra el presidente del Gobierno y su carencia de influencia en Europa. En la foto de familia con los miembros de la OTAN, Pedro Sánchez fue relegado al rincón derecho. Los populares se encargaron de blandir la teoría de que España pintaba poco. “El último de la fila y castigado al rincón. Es triste, pero así están las cosas. De pena”, aquejó Rafael Hernando, exportavoz parlamentario popular. Nada más lejos de la realidad. Fue por protocolo. Se tiene en cuenta el orden alfabético en inglés.

También viralizaron un vídeo en el que Mario Draghi, primer ministro italiano, aparentemente llamaba “Antonio” a Pedro Sánchez, como si desconociera su nombre. Cualquier parecido con la realidad es fruto de la casualidad. El vídeo completo, sin cortes, demuestra que Draghi había mentado al presidente de Portugal, Antonio Costa, hacia quien incluso gira su cabeza para cederle la palabra.