Isabel Díaz Ayuso se ha ataviado de Pablo Casado y, emulando a aquel al que derrocó en la guerra fratricida del Partido Popular, desfilará por Europa para boicotear al Gobierno de España, con la consecuente merma a la marca del país en el extranjero. Este martes, la presidenta de la Comunidad de Madrid mantendrá varios encuentros en Bruselas después de la victoria del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Consejo Europeo. El líder del Ejecutivo arrancó a sus colegas comunitarios un acuerdo para erguir a la Península Ibérica en una suerte de isla energética con sus particularidades y este martes aprobará un Plan Nacional, mientras que Ayuso marcha por el corazón del viejo continente insistiendo en la necesidad de bajar impuestos y cargando contra el paquete de medidas del Gobierno de coalición.

Su estrategia es calcada a la de Casado. El aún presidente del PP adoptó la insana manía de boicotear los planes de Sánchez malmetiendo en Europa. Famosa fue su desatinada estrategia de obstaculizar la llegada de los Fondos Europeos, necesarios para atajar la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus que fueron aprobados después de que Bruselas diera luz verde al Plan de Recuperación elaborado por el Ejecutivo español. Una excelente noticia que Casado trató de torpedear deslizando que España haría un uso fraudulento de las ayudas recibidas y aliándose con los denominados halcones de Europa, los cuatro grandes guardianes de la disciplina fiscal: Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria. Junto a ellos, exigieron fuertes controles y condiciones al Fondo de Recuperación de los países del sur, maniobrando contra los intereses nacionales.

Ayuso se verá con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y tres comisarios: Janez Lenarcic (Gestión de Crisis), Mariya Gabriel (Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud) y Dubravka Suica (vicepresidenta de la Comisión y Comisaria de Democracia y Demografía). Enrique Ossorio, portavoz de su Ejecutivo y consejero de Educación, Universidades y Ciencia será su acompañante; el mismo que hace unos días cuestionó el informe de Cáritas sobre la pobreza y se mofó de que no veía a los pobres en las calles de la capital.

Según explican desde su equipo, “en su ronda de reuniones con los dirigentes europeos tiene previsto abordar temas como la crisis de la guerra en Ucrania y sus consecuencias económicas y sociales; la defensa de la autonomía fiscal de la región, la seguridad, el potencial de Madrid en proyectos de investigación e innovación en el marco del programa Horizonte Europa (2021-27), el reto demográfico y el apoyo a la maternidad, el proyecto del español, así como la oportunidad de atracción de talento hispanoamericano, entre otros”. Traducido al sincerolés, criticará al Gobierno y abundará en la necesidad de una bajada generalizada de impuestos. Un tiro que, por cierto, ya le salió por la culata.

El pasado 3 de marzo, la dirigente popular participó en la Cumbre Europea de Regiones y Ciudadanos, evento donde recibió un soberano varapalo propinado por el alcalde de Coulianes (Francia). Durante su intervención, Ayuso criticó que las regiones no tuvieran autonomía fiscal al tiempo que arremetió contra la política del Ejecutivo central en materia de impuestos: "En España se pretende igualar, pero en una gran desigualdad, las economías, y se pretende que subamos todos los impuestos y restaurar impuestos anacrónicos que ya no existen en el resto de Europa, de manera que haya una mayor recaudación que cae sobre los mismos", argumentaba. Fue entonces cuando el edil galo, Christophe Rouillon, lamentó que “no creo que el dumping fiscal entre las regiones sea la mejor manera de trabajar colectivamente, al contrario".

La osadía de Almeida

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también hizo alarde de la escuela casadista y acudió a Bruselas a cargar contra los fondos europeos. A principios de febrero, comandó una delegación de alcaldes populares que se reunieron con terceras y cuartas espadas en Europa para censurar el reparto de los fondos. Y lo hizo aún cuando la ciudad que gobierna, Madrid, no atesoraba motivo alguno para la queja. Según los datos oficiales del propio Ayuntamiento de la capital, hasta la fecha, se habían presentado 12 solicitudes para 10 convocatorias. De ellas, se había resuelto cinco y, en todas, Madrid se había llevado el 100% de lo solicitado. El montante total asciende a 43.043.170 de euros, un 15,3% del total solicitado, a falta de que se resuelvan las otras cinco convocatorias pendientes, entre ellas, una de las más importantes relativas a la movilidad con más de 150 millones de euros.