El expresidente del Gobierno José María Aznar desembarcó en la campaña electoral de cara al 13 de febrero en Castilla y León azuzando las enterradas hachas que se blandieron durante la guerra fratricida entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Sus polémicas declaraciones en las que deslizó que lo importante no era quién fuera el candidato a Moncloa sino las propuestas le han obligado a justificarse.

En una entrevista en la Cadena COPE, Aznar ha esgrimido que únicamente acudió al acto en Valladolid y “pedí un respaldo claro para el PP” porque “creo que lo necesita y es bueno para España”. “Pedí un respaldo claro para el candidato, Mañueco. He dicho y he explicado que Castilla y León no está hecha para cosas pequeñas, sino grandes. No se trata de que alguien vaya a un sitio o a otro, se trata de hacer, Y hay que construir. Unir y no dividir. Eso en el centro-derecha hoy tiene un sentido: unificar, no fraccionar. Tener propósitos comunes y objetivos compartidos. No sembrar la discordia”.

El exdirigente popular ha insistido en no pocas ocasiones a lo largo de la conversación con Carlos Herrera en que con “construir” se refiere a “liderar”, argumentando además que “la gente tiende a juzgar más bien las intenciones que los hechos”; y por eso se han malinterpretado sus palabras: “Yo no soy ningún jarrón, ni chino, ni nada. Se me sigue entendiendo, el problema es de quien no lo entiende, no mío”.

Con todo, ha admitido que la pugna entre Génova y el PP madrileño liderado por Ayuso: “[El conflicto] no debería haber existido, pero ya que parece que ha existido, que se zanje cuanto antes para no distraer la atención de otras cosas”. Con respecto a quién debería dar el paso para limar asperezas, Aznar ha explicado que “todo el mundo tiene interés en que las cosas salgan bien” y, por tanto, la responsabilidad es “del conjunto de la suma de voluntades”.

No a la guerra

En los últimos días se ha recuperado el lema que la sociedad civil agitó durante el apoyo del Gobierno de Aznar a la Guerra de Irak. El artífice principal ha sido Unidas Podemos. Los morados adoptaron este eslogan con el fin de manifestar su posición al conflicto en Ucrania. Su postura ha provocado un notable choque con el PSOE, generando profundas fracturas en el Gobierno de coalición. A juicio de Aznar, esta división “sin duda lastra a España”. Sin embargo, a su entender, no es el único problema de España en la esfera internacional.

Aznar: "El 'no a la guerra' es de gente muy vinculada a la izquierda radical"

“La posición internacional de España y su deterioro ha sido grande por varias razones. Hemos perdido una parte muy importante de relación y confianza con EEUU. ¿Hace cuánto no viene un presidente de EEUU en España? Al perder esa relación pierdes peso en Europa. Por eso a España no se le llama. No estamos donde se decide. Nos sumamos a lo que se decide. Es preocupante”, ha aseverado, haciendo referencia a la cumbre que varios países mantuvieron con Joe Biden para analizar la crisis, cónclave al que Pedro Sánchez no fue invitado.

Aznar no ha desaprovechado la ocasión para cargar contra el lema ‘no a la guerra’, pues “es de gente muy vinculada a la izquierda radical”. En este sentido, ha precisado que espera que pueda haber movilizaciones con dicho eslogan, aunque “no con la virulencia con la que se hizo entonces”.

Preguntado por las razones de Rusia para amenazar la paz en Ucrania, ha expuesto que “todo país tiene derecho a su seguridad y es normal la preocupación [de Putin], pero lo que pretende Rusia es otra cosa. Reordenar todo el esquema de la seguridad internacional en Europa desde que se acabó la Guerra Fría. Es decir ‘no acepto que la Guerra Fría la perdí y quiero volver a una situación de esfera de influencia. Quiero tener países a mi alrededor que no sean dependientes de la OTAN’”.