Durante sus intervenciones, ambos exgobernantes pusieron de relieve su visión diferente sobre España. José María Aznar, defendió que debe haber "límites infranqueables" y alertó de que no hay democracia española si no hay "nación española". Felipe González, por su parte, preconizó una España "como espacio público de convivencia en el que deben tenerse en cuenta la pluralidad de las ideas, de los sentimientos, de las identidades y de la complejidad de intereses".

"Ejercer la democracia"
El primero en recibir su medalla fue Aznar, quien destacó que los españoles, hace poco más de tres décadas, eligieron la competición pacífica sobre la exclusión, la ciudadanía sobre la desigualdad. "No se trata de admirar la democracia, sino de ejercerla", puntualizó.

Aznar expresó el deseo de que los españoles reafirmen y conserven la plena posesión de los valores democráticos y ha pedido no ceder al "desaliento" y mantener la verdad como fundamento de la libertad y sus límites.

González: "Tolerancia y diálogo"
Por su parte, Felipe González hizo hincapié en los valores de la tolerancia y el diálogo, protagonistas en la transición democrática, y ha subrayado que ahora este sistema parece atravesar por una fase de "crisis de credibilidad" en los países más desarrollados, mientras que en el sur del mediterráneo varios pueblos aspiran a vivir en libertad y democracia.

Pluralidad de ideas y diversidad territorial
El exlíder socialista señaló que en todas partes el modelo de transición a la democracia español ha sido "admirado y respetado" y ha añadido que ha consistido en crear un espacio público basado en la pluralidad de ideas y el respeto a la diversidad de sentimientos de pertenencia territorial.

Orgullo de expresidente
Tanto Aznar como González se han mostrado orgullosos de haber presidido España y han recordado con afecto a Suárez y a Leopoldo Calvo-Sotelo (1981-1982), a quien hace unas semanas el Ayuntamiento de Madrid puso una placa en la casa en la que vivió de joven.

Suárez, "el ausente más presente"
El homenaje terminó con un vídeo dedicado a Suárez, el "ausente más presente" del acto, en palabras de Felipe González, y cuya medalla entregará en persona el alcalde Ruiz-Gallardón en una visita privada al domicilio del ex dirigente centrista.