La segunda parte de la Sesión de Investidura de Isabel Díaz Ayuso da comienzo este miércoles a las 10:00 horas. La jornada se verá marcada por las intervenciones, con sus réplicas correspondientes, del resto de grupos parlamentarios que componen la Asamblea de Madrid. Podrá intervenir un representante de cada grupo parlamentario de menor a mayor que lo solicite durante 30 minutos. Acto seguido, el presidente de la Asamblea anunciará la hora de la votación para investir a la candidata popular.

El programa fue presentado por Ayuso "muy ilusionada" desde la tribuna de oradores de la Asamblea de Madrid, tras conseguir consumar el acuerdo con Vox y Ciudadanos. Un pacto que con toda seguridad, la convertirá en próxima presidenta de la Comunidad de Madrid, pero que deja en manos de la extrema derecha su futuro gobierno. Un precio quizás demasiado caro a pagar para conseguir el cargo.

Rodeada de pesos pesados del partido en la tribuna, la todavía candidata nombró orgullosa a sus predecesores, mostrando las bondades de la Comunidad y enumerando los diez retos sobre los que se sustentarán las políticas del futuro Gobierno: “Bajada de impuestos, mejor educación y libertad de educación, digitalización, lucha contra la soledad y la despoblación, conciliación y natalidad, salud universal, seguridad, medio ambiente y sostenibilidad, mujer y diversidad y libertad”.

Una candidata entre Púnica y Avalmadrid

A pesar de seguir adelante con la investidura, la candidata del PP sigue salpicada por la polémica: la corrupción y su presunta implicación en Púnica golpea fuertemente a la dirigente. La oposición es feroz, y valoran la presunta implicación de Ayuso en Púnica como blanqueadora de Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes e Ignacio González. Tal y como ha ido publicando ElPlural.com, Ayuso fue una de las máximas responsables del lavado de cara de estas personalidades políticas.

Por otra parte, Ayuso sigue evitando responder las preguntas de los medios y sus oponentes sobre el posible delito de alzamiento de bienes que le reprochan al aceptar la donación de un piso para evitar el embargo de Avalmadrid a su familia. La candidata participó de una maniobra dudosa para evitar un embargo de acreedores sobre una vivienda de sus padres, aceptando la donación de un piso cuyo valor catastral es de 140.547 euros (el valor de mercado es mayor), impidiendo así que la empresa semipública Avalmadrid pudiera ejercer sus derechos como acreedores ante el impago de sus padres. En consecuencia, Ayuso podría haber participado de un delito de alzamiento de bienes como cooperadora necesaria.

Aplauso irónico durante su discurso

Por lo anteriormente mencionado, la oposición Más Madrid, Unidas Podemos y algunos diputados del PSOE aplaudieron irónicamente este martes durante una parte del discurso de Ayuso en el que alegaba que con su Gobierno se aseguraba la "tolerancia cero contra la corrupción".

“Evidentemente Isabel Díaz Ayuso ha comprado el discurso de Vox. No llama a las cosas por su nombre. Hay que llamar a la violencia machista como lo que es y no recortar las ayudas y el presupuesto a las organizaciones que luchan contra esta lacra. El Partido Popular pone en marcha políticas que no ayudan a las mujeres”, ha alegado Isa Serra, portavoz parlamentaria de Unidas Podemos.

También Íñigo Errejón ha valorado las palabras de Ayuso frente a los medios de comunicación: "Un discurso desganado para una suerte de investidura por la puerta de atrás, como corresponde a una candidata que está bajo sospecha”.

Monasterio coqueteando con el 'no' hasta el final

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha criticado que la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no haya hablado para los votantes de su partido, gracias a los cuales este miércoles podrá llegar a ser presidenta de la Comunidad. Por lo que ha anunciado a los medios que en la segunda sesión del Pleno va a estar vigilante de que desgrane el acuerdo que firmaron junto con Ciudadanos.

Monasterio ha asegurado a los periodistas que ha escuchado con detenimiento el discurso de Ayuso y que lo que ha entendido es que esta ha hablado solamente para sus votantes, pero "no lo ha hecho para los de Vox". "Esperamos que mañana hable en la réplica con un discurso para todos" ha comentado, y ha añadido que "hay muchos puntos que hemos firmado que no aparecen en el discurso de hoy. Estaremos atentos y vigilantes de que se digan esos puntos como se han acordado y como está en el documento".

Insistiendo en que solo verán "razonable" que si exponen los 155 puntos firmados con Ciudadanos, tanto Ayuso como Aguado en su intervención, la popular también deberá exponer los puntos firmados con Vox. Si así sucede, el partido ultra estará encantado de "poner en marcha esta investidura".

Aguado y su plan B

Desde Ciudadanos insisten en su "tolerancia cero contra corrupción" y defienden que llevarán una gestión implacable frente a cualquier imputación. Por esta razón, los naranjas ya preparan su plan B por si finalmente la popular Isabel Díaz Ayuso fuese señalada por la justicia. "No permitiremos que haya nadie imputado en el Gobierno", ha advertido César Zafra este martes en los minutos previos a comenzar la primera jornada.

Aunque fueron muchos los que pidieron a Ciudadanos que no apoyaran al Partido Popular en la Comunidad de Madrid por ser un auténtico feudo tras 24 años de gobierno ininterrumpido marcado por decenas de casos destapados de corrupción. La estrategia de Ignacio Aguado y los suyos fue hacer caso omiso de esta petición. Sin embargo, todo puede cambiar radicalmente en función del avance de las investigaciones que rodean a la candidata popular. De producirse una imputación, el código ético de Ciudadanos y sus propios estatutos obligan a la marca a solicitar la dimisión inmediata de la dirigente.

Y una vez fuera del cargo Isabel Díaz Ayuso, sería Aguado, vicepresidente de la Comunidad en cuanto se consumen los equipos de Gobierno, el encargado de ponerse al frente de la Comunidad. Haciendo que el gobierno madrileño cambie de signo y Ciudadanos consiga el poder de la región. Un plan B pensado hasta el último detalle.