La medida antiabortista anunciada por el Gobierno de Castilla y León ha abierto una brecha no solo en lo social, poniendo en pie de guerra a los médicos y mujeres, sino también entre los socios del Ejecutivo regional. Este asunto ha hecho tambalear a Alfonso Fernández Mañueco, cercado por la presión del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, al tiempo que ha supuesto un escollo más en las relaciones a nivel nacional de Vox y el Partido Popular. Y es que este lunes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha acusado a Vox de "buscar un conflicto interno" en la coalición al tiempo que ha calificado de "torpeza" el anuncio, unas palabras que parecen no haber sentado especialmente bien a los ultras.

Ayuso y Gallardo se enzarzan

La iniciativa anunciada el pasado jueves por Juan García-Gallardo, que pretende obligar a las mujeres que quieran interrumpir el embarazo a realizarse una ecografía 4D para ver la cara y escuchar el latido del feto antes de poder tomar su decisión, ha hecho dinamitar el camino "moderado" impuesto por el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que ha visto estallar un nuevo conflicto en Castilla y León, dirigido en coalición por el popular Mañueco en el apoyo de Vox. La polémica no se ha quedado en un ámbito regional y ha saltado a la escena nacional. De hecho, el Gobierno de Pedro Sánchez ha avisado a Mañueco por su deriva reaccionaria y ha enviado un requerimiento para que no aplique medidas que vulneren el derecho al aborto.

Sin embargo, también puede llegar a suponer un escollo a nivel interno, donde distintas voces han reaccionado a la propuesta "provida" llevada a cabo por la parte de extrema derecha del Ejecutivo castellanoleonés. La más llamativa ha sido la de Ayuso, quien ya marcó el paso a seguir del PP en este asunto lanzándose a mandar un mensaje de apoyo a la familia antes que su líder. "Es un disparate considerar que tener hijos va contra el empoderamiento femenino", aseguró durante un acto el pasado viernes. Unas declaraciones enmarcadas en el estallido de la polémica pero que no hizo en referencia directa a ellas. Hasta ahora.

"Es una torpeza"

Este lunes, la lideresa ha vuelto a dar un paso al frente y ha criticado el anuncio del vicepresidente de la junta. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sostenido que lo que ha hecho García-Gallardo es "buscar un conflicto interno dentro del Gobierno cuando él ni siquiera tiene competencias" al tiempo que ha considerado "innecesario" todo lo que ha provocado a raíz de una "improvisación de estas características para la que no tenía luego ni siquiera una respuesta". A pesar de que ha manifestado estar de acuerdo con todo lo que sea dar información e ir a favor de la vida, a su juicio no son "formas de hacerlo". "Es una torpeza", ha asegurado textualmente.

Con todo, la presidenta regional no ha perdido la oportunidad de cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez y ha criticado la "sobreactuación" con su decisión de solicitar la vuelta atrás en esta iniciativa. "Creo que es todo una sobreactuación", ha afirmado sobre el requerimiento, lanzado "antes de cesar a todo el Ministerio de Igualdad por haber puesto a 200 violadores en la calle". "Se pone muy bravo con unos estudiantes que hacen unos cánticos absurdos en la Universidad pero luego no hacen lo mismo con golpistas, con presos de ETA y con las barbaridades que suceden en España", ha asegurado la dirigente popular.

"Sobre todo me parece innecesario. Si luego te preguntan, bueno, en qué mes del embarazo empezaría a hacer esto, y lo primero que te dice es no sé, yo no sé de embarazos... ¿Para qué lo prometes así? ¿Para qué hablas así? ¿Qué necesidad hay de provocar todo esto y además de alimentar lo que el Gobierno está buscando que es señuelos y acorralar?", ha sentenciado. Así lo ha dicho este lunes durante su intervención en un encuentro informativo organizado por El Mundo y Expansión que ha estado marcado por el Apocalipsis que dice va a llegar a nuestro país si no se toman medidas antes. Es decir, en las urnas.

"Siguiente pregunta"

Su opinión sobre lo ocurrido en Castilla y León no han gustado mucho a la otra parte. "Siguiente pregunta". De esta forma se ha manifestado con tono muy duro el dirigente ultra tras ser preguntado por las declaraciones de la lideresa. Sin embargo, lejos de dar marcha atrás a la iniciativa, el vicepresidente ha insistido en que los médicos están obligados a informar a las embarazadas de su protocolo y ha afirmado que le "gusta mucho" el modelo aplicado en Hungría. "Nadie le va a tirar a una mujer la información a la cara sino que conozcan que esa información está ahí para ellas", ha asegurado en línea con lo manifestado en los últimos días.

En cuanto al requerimiento del Gobierno, García-Gallardo lo ha tachado de "intento de coartar la libre acción de Gobierno", y ha agradecido la respuesta "contundente" de Mañueco y Vázquez, al tiempo que ha considerado que se trata de una "sobreactuación" del Ejecutivo para "tapar" su "ineptitud" para "proteger" a las mujeres. Así, el vicepresidente ha insistido en que con este protocolo "Castilla y León se consolida con estas medidas como la región más protectora de los derechos de la madre embarazada", al tiempo que ha defendido que no se trata de una "coacción" para las mujeres sino de "ofrecer más información".

Así, el vicepresidente de la Junta ha asegurado que le sorprende que se vea como "descabellado" ofrecer más información a las mujeres sobre el desarrollo de la vida prenatal y ha insistido en que las medidas adoptadas han sido pactadas por el Gobierno regional en su conjunto. "¿Por qué les asusta tanto a ustedes que las mujeres tengan la posibilidad de escuchar el latido del feto?", ha cuestionado con sarcasmo García-Gallardo, quien ha añadido: "La que se ha montado por qué ofrezcamos la posibilidad de que madres embarazadas escuchen el latido". Tras esto, ha negado que haya una crisis en la coalición, que ha tildado de "fuerte, unida y estable".