El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha desmentido este sábado a su vicepresidente, el ultraderechista Juan García-Gallardo, asegurando que las medidas antiabortivas anunciadas por el líder de Vox no serán obligatorias y sí voluntarias. “La mujer que solicite lo podrá escuchar”, ha dicho Mañueco en relación a la escucha del latido fetal, añadiendo que “lo tiene que solicitar la mujer y tiene que haber una situación de criterio médico”. Así se ha pronunciado en la entrada de la convención para presentar a los candidatos autonómicos del PP en Zaragoza que se celebra este sábado.

Concretamente, los cambios en el protocolo sobre el aborto en Castilla y León implican que los ginecólogos deriven directamente a salud mental, la posibilidad de escuchar el latido del bebé entre las semanas sexta y novena e incorporar las ecografías en cuatro dimensiones. “Niego la mayor, estas medidas no van de eso, va del fomento a la natalidad y la mujer que lo solicite si está embarazada lo podrá escuchar”, ha dicho, corrigiendo así a su vicepresidente.

Mañueco se pronuncia al respecto 48 horas después del anuncio del vicepresidente de la Junta, y ha insistido en la defensa de las medidas provida impulsadas por la extrema derecha, que fueron acordadas con la Consejería de Sanidad. También ha remarcado que esta serie de medidas van en la línea con las que se vienen aplicando “desde hace varios meses y años” para fomentar la natalidad.

Así, según el presidente de la Junta de Castilla y León, este nuevo protocolo busca que “cuando un ginecólogo considere que se necesita apoyo psicológico” pueda derivar a la mujer embarazada a este servicio sin pasar por la atención primaria. Y sobre las ecografías en 4D, Mañueco ha asegurado que se persigue que estén disponibles en todas las provincias.

Pese a corregir a su García-Gallardo, Mañueco ha evitado entrar en una confrontación directa: “No soy quien tiene que analizar palabras ni intencionalidad. Lo que digo es lo que hay (…) los hechos son estos: libertad absoluta de la mujer para elegir, respeto absoluto a sus derechos, respeto absoluto a los derechos de los sanitarios”. “Lo que queremos es agilizar la prestación de servicios a las mujeres embarazadas que lo soliciten”, ha añadido, subrayando que este protocolo respetará la ley y los derechos de sanitarios.

El anuncio estrella de Gallardo

Fue el pasado jueves cuando el vicepresidente de Vox de Castilla y León anunciaba en rueda de prensa tras la celebración del Consejo de Gobierno la nueva batería de medidas sobre el aborto, enfocadas en convencer a las mujeres que quieren abortar en la comunidad de que renuncien a ejercer este derecho.

Las medidas en cuestión son cuatro, según fueron explicadas por García-Gallardo -pero más tarde matizadas por la Consejería de Sanidad y ahora por el propio presidente-: en primer lugar, garantizar a las mujeres embarazadas que acuden a una consulta la atención psicosocial, algo que para los facultativos será obligatorio ofrecer, si bien, voluntario para ellas. En segundo, la puesta en marcha del “protocolo de latido fetal y registro cardíaco”, aprobando que, además de las tres ecografías preceptivas en las semanas 12, 20 y 33, entre la semana seis y nueve se le ofrezca a los padres el escuchar el latido del bebé.

La tercera, ofrecer ecografías 4D a las embarazadas para que los padres puedan ver “todas las partes del cuerpo del niño que está siendo gestado, para que puedan tomar una decisión mucho más consciente sobre el embarazo y tengan una conciencia mayor, con una mejor visualización del feto”. Y, por último, tal como señalaba Gallardo, el “velar por que se respete el derecho a la objeción de conciencia”, asegurando que “no existan listas negras de objetores de conciencia”.

Tal como continuó relatando, todas estas medidas son de “defensa de la familia, apoyo a la natalidad y defensa del derecho a la vida”, y aseguró que “sin son útiles para que solo un niño que iba a ser abortado pueda nacer, todas las consecuencias negativas de participar en un gobierno, merecerán la pena”.

Respuesta de la Consejería de Sanidad

Tras el anuncio y la polémica que comenzó a generarse poco después, la Consejería de Sanidad de Castilla y León, bajo el mando del Partido Popular, tiraba por tierra las medidas estrellas del vicepresidente. Ni ecografías 4D para todas las mujeres embarazadas y menos durante el periodo inicial de gestación, antes de las doce semanas. Tampoco se ofrecerán ni harán sistemáticamente ecografías de latido fetal, y en todo caso se realizarán en esa decimosegunda semana de embarazo y no “por capricho” ni sin “criterios médicos y científicos”.

Las ecografías 4D se hacen en el tercer y último trimestre de embarazo, y siempre bajo criterio médico, cuando este lo considere necesario”, señalaban fuentes de la Consejería. Es decir, que el protocolo de ecografías 4D no se ofrece, ni se ofrecerá, a todas las mujeres en estado de gestación, pero, si se hace, en todo caso, será siempre muy lejos de las primeras doce semanas, periodo en el que legalmente podrían interrumpirla.

Lo mismo pasará con la ecografía de latido fetal, que también se hace en la semana doce, es decir, al límite de ese periodo, “y no por capricho, sino bajo criterios médicos y científicos”. Sobre el hecho de que se priorice a las mujeres, y se les dé “atención preferente en asistencia psicosocial”, como también afirmó Gallardo, desde la Consejería señalaban que “los psicólogos clínicos, trabajadores sociales, matronas y otros profesionales están disponibles para todas las mujeres”.

Por todo ello, desde la cartera de Sanidad, remataban que “el protocolo va a seguir igual que hasta ahora”, y por eso también mostraban su empeño por “seguir garantizando su cumplimiento”.