El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante el encuentro con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hoy en el Palacio de la Moncloa, en Madrid. EFE



La decisión del Tribunal Constitucional de anular por unanimidad la resolución independentista del Parlamento catalán ha sido la más rápida de la historia del órgano. Una velocidad que tenía como objetivo no entrar en la campaña electoral que, oficialmente, empieza mañana. Y la misma celeridad se ha reproducido en las reacciones, aprovechando que, sin campaña inaugurada, muchos de sus protagonistas están en la calle.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, había aparcado esta mañana su carrusel de dominós y futbolines para protagonizar un acto junto al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. Y allí, en el Palacio de la Moncloa, ha asegurado que la anulación de la resolución alegra “a todos los que creen en España, en la soberanía nacional y en la igualdad de los españoles”.

"El Tribunal Constitucional ha declarado nula en toda su integridad y en todos los puntos esa resolución", ha subrayado el presidente del Gobierno. Y ante esa decisión, ha insistido: "Eso, a la inmensa mayoría de españoles que creemos en la soberanía nacional y en la igualdad de los españoles nos alegra y mucho".

Por su parte, uno de los más hostiles frente al soberanismo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha aprovechado una entrega de premios de la Guardia Civil para exigir a Artur Mas que se vaya ya: "No sé a qué espera Mas para irse a su casa, a dar un paso atrás por su bien y, sobre todo, por el de Cataluña y de los catalanes".

Tras dos debates de investidura frustrados, dos elecciones anticipadas, las condiciones que le ha impuesto la CUP y la "fractura" que ha ocasionado en su partido y en la sociedad, "no sé a qué espera el señor Mas para irse, por dignidad personal y política", ha reiterado Fernández Díaz. Si no, ha continuado el ministro, "habrá que empezar a pensar cuál es la razón que le impide dar ese paso atrás que cualquier persona en su caso hubiera hecho".

Por su parte, Albert Rivera, que se encontraba en una charla con estudiantes en la localidad madrileña de Villafranca del Castillo, ha señalado que la decisión del Constitucional era la esperada para frenar una "barbaridad jurídica y política". En este sentido Rivera ha explicado que la resolución independentista pretendía que las sentencias del Constitucional "no tuvieran vigencia en Cataluña y que la ley no se cumpliera".

Por ello, Rivera cree que la decisión del TC es la que "esperaba todo el mundo" y asegura que se va a cumplir el Estado de derecho. "A partir de ahora, aparte de cumplir las leyes hay que hacer un proyecto común para España para que la mayoría catalana participe de ese proyecto", ha concluido.



Su alter ego en Cataluña, Inés Arrimadas, ha seguido la línea de Fernández Díaz y ha pedido a Artur Mas que se eche a un lado porque "ya no tiene nada que ofrecer". "Es una resolución lógica y esperada porque rompe nuestro marco jurídico y democrático", ha destacado Arrimadas a su llegada a un almuerzo informativo en el club Siglo XXI.

Ante esta situación de bloqueo institucional, que ha calificado de "telenovela" de capítulo diario, la portavoz de Ciudadanos en el Parlament ha apostado porque su partido lidere una "alternativa política" que "devuelva a los catalanes su futuro". "No podemos perder ni un día más", ha insistido Arrimadas, que se ha mostrado convencida de que Ciudadanos puede ganar las próximas elecciones generales en Cataluña, demostrando que los catalanes "no quieren romper España" sino "reformar el país".

En el bando contrario, se ha pronunciado el cabeza de lista de ERC a las elecciones del 20D, Gabriel Rufián, quien ha lamentado la decisión del tribunal tirando de ironía: "A mí, de las territoriales del PP, la que más me gusta es el TC". Rufián ha expresado así su rechazo a la resolución con un comentario en su perfil de la red social Twitter. Esta mañana ya se había referido a la anulación de la resolución del Parlament en una rueda de prensa, al apuntar que esto "no es noticia" ya que "se trata de un tribunal instrumentalizado" por PP y PSOE.

"Un tribunal presidido por un militante del PP que está más pendiente del artículo 155 de la Constitución (suspensión de la autonomía) y de rechazar un referéndum que del artículo 47 para frenar un desahucio, lo extraño sería que estuviera de acuerdo con lo que la gente ha votado en Cataluña", ha afirmado.

Por su parte, Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ha optado por una posición intermedia acorde a la postura que ha mantenido su formación en Cataluña. Iglesias, durante un acto en el que ha respondido a las preguntas de diversos ciudadanos que le han sometido a una "entrevista de trabajo" para presidente, ha apostado porque los problemas políticos se solucionen "políticamente" y no con "atajos jurídicos".

Iglesias ha recordado que Podemos es partidario de celebrar un referéndum para que los catalanes decidan su relación con España "Y lo dice alguien que no quiere que Cataluña se vaya de España y que defendería que Cataluña continúe en España con un encaje distinto", ha añadido para subrayar que la "dinámica del choque de trenes" no sirve para aportar una solución al debate independentista y reiterar su apuesta por el diálogo y no sólo las vías jurídicas.