El alcalde de Murcia, José Ballesta, ha anunciado, en medio de la crisis por el coronavirus, que pone a disposición de las autoridades sanitarias el pabellón deportivo Cagigal, que está próximo al hospital Morales Meseguer. En un principio, ese espacio iba a ser utilizado como alojamiento de emergencia para las personas sin hogar, pero finalmente se optó, en colaboración con la Consejería de Familia, por su traslado a albergues, mejor dotados. La decisión del regidor ha recibido críticas de muchos murcianos que cuestionan la idoneidad del sitio para recibir a enfermos del COVID-19, y le reprochan su "afán" por querer estar a toda costa delante de los focos.

El alcalde difunde la medida

En un vídeo difundido por el propio alcalde en Twitter, Ballesta anuncia que el Ayuntamiento de Murcia ha puesto sus pabellones e instalaciones de titularidad municipal a disposición de las autoridades sanitarias para que puedan disponer de ellas en caso de que sea necesario contar con nuevas zonas de aislamiento y tratamiento para pacientes con coronavirus. El alcalde anuncia que ha preparado "una zona de aislamiento general en el pabellón Cagigal, muy próxima al hospital Morales Meseguer", así como "zonas de vigilancia intensiva en el Palacio de los Deportes o el Príncipe de Asturias".

Colchonetas, que no camas

Según puntualiza José Ballesta, el pabellón Cagigal ya ha sido higienizado, limpiado en profundidad y desinfectado, se ha asegurado el suministro de luz, agua y servicios básicos, y dispone de 50 camas para el alojamiento inmediato de cualquier grupo que establezca las autoridades sanitarias. Sin embargo, en realidad no se trata de cama, sino de básicas colchonetas, inadecuadas para enfermos de COVID-19. El propio alcalde reconoce que estudió habilitar ese espacio como alojamiento de emergencia para las personas sin hogar, aunque finalmente se decidió su traslado a albergues, "con ondiciones adecuadas".