Es difícil interpretar qué esconden las propuestas de coaliciones de los líderes políticos de cara a las elecciones del 28 de abril y, también, dar verosimilitud a las filtraciones interesadas que los partidos políticos hacen a los medios. La sorprendente mano tendida del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, a su principal contrincante en la derecha, Pablo Casado, está teniendo justificaciones para todos los gustos.

En El País, que cita a fuentes del partido, se fundamenta la propuesta de un gobierno de coalición de Rivera a Casado como una “estrategia táctica” para “disputar el marco”. ¿Y qué es el marco? El dominio del debate público. Vox llevaba varios días opacando a PP y a Ciudadanos con sus mensajes sobre el uso de armas, la inmigración o las mujeres y el presidente popular también había tenido su momento con sus fichajes de periodistas. Así que la formación naranja tenía que hacerse su propio hueco.

Su titular llegó con el ofrecimiento de Rivera a Casado, en un mitin en A Coruña, de una coalición. Según explica el citado medio, que cita a fuentes del partido, todo no fue más que un juego táctico para hacerse con el protagonismo. Sin embargo, las mismas fuentes añaden que tampoco se trataría de un pacto antinatural y que, de hecho, esto sería consecuencia lógica del rechazo de Ciudadanos a pactar con el PSOE, cosa ya anunciada con anterioridad.

La otra versión: la fuga de votos hacia Vox

Lo que pudo ocurrir para que Rivera enviara su oferta amigable a Casado pudo ser una supuesta fuga de votantes de Ciudadanos hacia Vox, que habrían reflejado estudios electorales internos después de que al número dos del PSOE, José Luis Ábalos, se le ocurriera decir en una entrevista que no era una mala idea tener a Ciudadanos como socio de gobierno porque esto es mejor que aliarse con independentistas, según adelanta hoy El Confidencial Digital,

“Ciudadanos es preferible a los independentistas para una investidura de Sánchez”, dijo Ábalos y sus palabras cayeron como un chorro de agua helada que cortó la respiración a los naranjas. Los sondeos de intención de voto marcaron enseguida, según explican las fuentes de este último digital, una fuga de votantes hacia Vox, que llegó hasta “el 30% del electorado”. De ahí que Albert Rivera corriera a desmarcarse del PSOE arrimándose al PP.

La oferta trampa del PSOE

El PSOE, por su parte, también ha filtrado las supuestas razones que le movió a ofrecer un pacto a Rivera y se dan por satisfechos. “Ha vuelto a dejarnos libre todo el espacio de centro de cara a las elecciones generales”.

Los socialistas dicen que han conseguido movilizar hacia sí al votante de centro, dando una imagen distante de los independentistas. “Estaba claro que Ciudadanos reaccionaría volviéndose a escorar a la derecha, lo que nos da aún más espacio electoral a nosotros”, aseguran.

¿Dónde está la verdad? Difícil saberlo, teniendo en cuenta que los partidos no siempre dicen la verdad, ni filtran así como así sus tácticas electorales. A partir del 28 de abril iremos viendo un escenario más clarificador, aunque, aún después, no del todo.