Un ejercicio condenado quizás a la melancolía si lo que se buscan son concreciones. Por ejemplo en asuntos como la reducción de los impuestos, o el tratamiento a los fondos para el desempleo, o las ayudas a las empresas, o… Nada, desde luego, que se parezca a aquella promesa del vicesecretario portavoz, González Pons, de crear tres millones y medio de nuevos empleos.

En Economía y promesas económicas… hay que mirar a lo que pasó en 1996
Todos aquellos que tienen acceso al equipo económico que se mueve en el entorno de Mariano Rajoy reciben el mismo mensaje cuando piden concreción a las propuestas. “Todo depende de lo que nos encontremos cuando lleguemos al poder… La situación puede ser como la que vivimos en 1996”.

Por si no lo recuerdan, entonces, como ahora hace Rajoy, José María Aznar llegó prometiendo rebajas fiscales. Propuesta que no se concretó en los años siguientes bajo la excusa de “la herencia recibida”. Más bien, al contrario, los gobiernos de Aznar subieron los impuestos, incluido el del IRPF, durante los dos primeros años de su mandato. Quizás no hace falta ir tan lejos y limitarse a ver lo que está pasando en los gobiernos autonómicos donde gobierna el PP: “la herencia recibida” se ha convertido en el mantra que explica cualquier recorte. Incluso en aquellos sitios, y esto es aún más paradójico, donde el PP ha heredado un gobierno del PP.

Centrales nucleares prorrogadas, televisiones autonómicas privatizadas
Aunque no lo dice abiertamente, el programa apunta a la prolongación de vida de las nucleares. En el programa primero se apunta en qué consiste la apuesta por el mix energético que tanto repiten los dirigentes del PP: "Contaremos con un mix energético equilibrado –dice el documento- que tome en consideración todas las fuentes de energía existentes y las capacidades disponibles". Para después decir sobre las nucleares que gestionaran su uso conforme a los criterios de seguridad del CSN “de forma que la prolongación de su operación redunde en un menor coste de la energía para los consumidores”.

En cuanto a las televisiones públicas, en concreto las autonómicas, el PP se compromete a dar paso al capital privado, al menos de forma parcial. En concreto dicen: “Impulsaremos las reformas legislativas para que las Administraciones autonómicas y locales tengan libertad para adoptar nuevos modelos de gestión de las televisiones públicas que permitan la entrada a la participación privada”.

También capital privado para Defensa, y capital privado para la Cultura
Más allá de mostrar su compromiso para lograr que España ingrese como país miembro del Consejo de la ONU en el bienio 2015-2016, lo más llamativo en política exterior y de Defensa en el Programa es una apuesta por “abrir a la colaboración público-privada la gestión de determinados proyectos, así como el sostenimiento de las capacidades del ministerio”.

Y en Cultura, también llamada al capital privado. Once propuestas hace el PP en su programa para crear una cultura que quiere que sea “elemento vertebrador y de cohesión de todas las comunidades autónomas”. Entre ellas, acabar con el canon digital, aunque lo quiere sustituir por otra carga, proteger la tauromaquia, “manifestación artística tradicional que forma parte de la cultura española” e impulsar los programas de mecenazgo, "para que tanto particulares como empresas se involucren en la financiación y promoción de la cultura", con el objetivo de sustituir "progresivamente" el modelo actual "basado en subvenciones".