El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha negado taxativamente que hubiera ningún tipo de debate o discrepancia en el seno del Gobierno sobre la decisión adoptada de paralizar toda actividad no esencial a fin y efecto de atajar la expansión del coronavirus.

En las últimas horas se ha publicado que los ministros de Unidas Podemos presionaban para paralizar la Economía del país, mientras que la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; instaba a desechar la idea. Este extremo ha sido negado por Ábalos, quien ha argumentado que el único debate que se produjo fue de aspecto técnico, el concerniente a discernir qué actividades son esenciales y cuáles no -de ahí la tardanza en la publicación del BOE, que no vio la luz hasta minutos antes de la medianoche-.

El ministro ha reconocido en Los Desayunos de TVE que “es una medida dura”, pero “el Gobierno no se puede permitir vacilar”. En este sentido, ha justificado el cambio de opinión del ejecutivo alegando que  “vamos respondiendo en función de los requerimientos que la crisis nos plantea”.

Sobre las críticas de los empresarios, así como de otros sectores, Ábalos ha asumido que “es normal que esta medida no se felicite. Es una medida restrictiva y nos duele. No tomamos esta medida pensando que nos va a beneficiar, sino pensando en que es nuestra responsabilidad”.

Al respecto de las críticas de presidentes autonómicos, como Juanma Moreno Bonilla, que denunciaron que la decisión se adoptara sin consensuarlo con ellos; el ministro ha evitado pronunciarse: “No podemos perder tiempo en estas consideraciones”.

Ábalos ha recordado que el Ejecutivo va "al paso de lo que es la crisis" y "respondiendo en función de los requerimientos" de la misma. "Efectivamente no vamos de un modo exagerado por delante", ha insistido, sacudiéndose así las embestidas de la oposición.