Uno de los primeros debates que ha abierto Pedro Sánchez a su llegada al Gobierno ha sido sobre la Memoria Histórica. El Ejecutivo se plantea sacar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. Con este escenario como telón de fondo, el nieto del dictador, Francis Franco, ha escrito una carta al presidente del Gobierno instándole a “dejar de hacer tonterías” y explicando que el Valle de los Caídos “no se hizo para seguir dividiendo a los españoles” sino con el “propósito de unir bajo la Cruz los retos de los muertos de los dos bandos”.

En una carta publicada en el diario La Razón, el nieto de Franco acusa a los socialistas, concretamente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, de malinterpretar las pretensiones de Franco porque “el monumento no se hizo para seguir dividiendo a los españoles en dos bandos irreconciliable como intenta obsesivamente el partido de este Gobierno desde la época de Zapatero con la Ley de la Memoria Histórica”. De hecho, destaca que “necesariamente traerá como rebote el que todos nos acordemos de que este país, con el PSOE en el gobierno, casi se convirtió en parte de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Gracias a mi abuelo, y con la ayuda y sacrifico de muchos españoles, se evitó que España se convirtiera en un país satélite”.

Francis Franco defiende que “el franquismo propiamente dicho nunca existió” porque el dictador “quiso crear un sistema sin implicaciones personales”. Asimismo, asegura que los únicos que “claman en el desierto la verdad” son los integrantes de la Fundación Nacional Francisco Franco.

En la misiva insiste en que las mentiras del PSOE no calarán “debido a internet y a las hemerotecas”; y cuenta que “mi madre murió en diciembre pasado y siempre nos decía que no debíamos preocuparnos ya que ‘papá se defiende solo ante la Historia con sus obras y sus logros’, y quiero creer que el tiempo termine por darle la razón. Me consuela que no tenga que vivir el mal trago de ver removidos los restos de su padre como arma política para dividir a los españoles si ustedes lo consiguen al exhumarlo, contraviniendo la ley o cambiándola para esa pírrica victoria que consistiría en hacer lo que él no hizo, pues ni uno de los muertos allí enterrados lo fueron contra la voluntad de sus familiares vivos”.

Francis Franco sentencia que “no podrán borrar la memoria de mi abuelo ni podrán engañar a todo el pueblo español”.