De decir que “Rita Barberá no tiene dignidad”, a recordar ante un auditorio lleno, con unos 3.000 militantes populares, su grandiosa figura y labor como alcaldesa de Valencia. Esta ha sido, en tan sólo unos meses, la evolución vivida en el Partido Popular. Sus altos mandos han pasado de enseñarle a Barberá donde estaba la puerta y criticarla duramente hasta que abandonó el partido tras ser imputada, a asegurar: «Vemos lo mejor de ella cuando vemos lo mejor de Valencia».

Dicen que el tiempo hace que se pierdan los recuerdos y que, con la distancia, los cosas se ven de otra manera. Puede que esta sea la razón de, que algo más de cuatro meses después de su fallecimiento, Barberá vuelva a ser una popular ilustre.

Durante el pasado fin de semana, el PP de Valencia ha celebrado su congreso para reelegir a Isabel Bonig como presidenta. Ha sido en este ambiente en el que ha vuelto a haber palabras de cariño para la que fueran, según Mariano Rajoy, “la mejor alcaldesa de Valencia”.

Así, con una emoción contenida pero visible, la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dijo: “Esta ciudad es de las más importantes de Europa y de las más bonitas, llena de luz y alegría, pero no ha sido así siempre y hoy quiero recordar a una persona que creyó en los valencianos y que era generosa e incansable. Estoy segura de que nos mira desde el cielo y está diciendo: Isabel Bonig, a por ello que lo vas a conseguir. “Vemos lo mejor de ella cuando vemos lo mejor de Valencia”, añadió.

Según Cospedal Barberá le estará deseando lo mejor a su compañera Boning, pero hay que recordar que no siempre Boning desempeñó el papel de amiga con Rita. Ella fue una de las más críticas para conseguir que Barberá dejara el PP.

Cuando el PP no veía lo mejor de Barberá

Ahora todo son recuerdos y buenas palabras, pero hubo un tiempo en el que sus “coleguitas” no veían a Barberá como la mejor alcaldesa ni como compañera.

El pasado 13 de septiembre, la Sala II del Tribunal Supremo inició la instrucción para investigar (a la por entonces senadora del Partido Popular) por un supuesto delito de blanqueo de capitales en el grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia. Aunque en principio el PP la blindó como aforada, en cuando se supo la fecha de su declaración en el Supremo por el caso Taula, no dudaron en enseñarle donde estaba la puerta.

Hasta Bonig llegó a decir que “habría sido mucho mejor” que dejara el acta de senadora tras pisar el Tribunal Supremo para declarar. Pero no fue la única.

Rita Barberá no tiene dignidad", llegó a decir todo un vicesecretario del PP (de acción sectorial), Javier Maroto. “Es evidente que no renuncia al escaño para conservar el aforamiento y esa decisión no cumple los requisitos de dignidad y ejemplaridad que deben regir la política, un servicio público” añadió.

Pablo Casado que repitió en varias ocasiones que en política "hay que saber si se suma o se resta" mientars que Alfonso Alonso advirtió: “Si no toma una decisión adecuada hoy, la tendrá que tomar la dirección del partido. Esto es lo que esperamos. Desde aquí nos estamos jugando mucho y creo que tampoco nos merecemos ir con este perjuicio a cuestas”, dijo Alfonso Alonso.

Génova le dio un plazo de 24 horas para que renunciase a su escaño en el Senado. Ya no la querían en el PP y Barberá, que tenía uno de los primeros carnets como militante del PP, vivió sus últimos meses como miembro del Grupo Mixto.