La creme de la creme de las esferas neonazis y fascistas españolas ha venido a Barcelona este mediodía para celebrar un acto de homenaje al 12 de octubre, "el día del orgullo de la raza", según ellos.

Luciendo banderas franquistas, cruces de hierro y camisetas con simbología nazi, los asistentes se han ido juntando, cual camaradas, cerveza en mano, en la plaza Sant Jordi de la montaña de Montjuic, para escuchar los discursos de los líderes de Democracia Nacional, la Falange, el Movimiento Católico Español e incluso el Hogar Social de Madrid.

Antes de empezar, al grito de "'Arriba España!", "¡Viva Franco!" y "España es una y no 51", varios ultras han quemado, escupido y pisoteado banderas independentistas, en presencia de varios efectivos de los Mossos de Esquadra.

 
Niño haciendo el saludo nazi en Barcelona
 

Nueva coalición de extrema derecha

Tras un discurso sobre "el asedio a la patria", "la desaparición de la españolidad en Cataluña" y "los problemas de la corrupción, los homosexuales y el feminismo", el líder de Democracia Nacional, Luis Mateos, ha comunicado la creación de una nueva coalición de los partidos FE de las JONS, Democracia Nacional, La Falange y Alternativa Española, llamada ADÑ.

Banderas anticonstitucionales en Barcelona

Esta coalición de extrema derecha busca "pegar el salto" al Parlamento europeo y defender los "objetivos patriotas que más preocupan a los españoles" que, según Mateos son: "restaurar la soberanía nacional eliminando las comunidades autónomas; recuperar el control sobre la política monetaria resucitando la peseta; poner fin a las políticas de recortes que asfixian a los españoles; y recuperar los valores cristianos perdidos".

Viejos y nuevos discursos

A pesar que ya hace más de 15 años que neonazis y fascistas se reúnen en la montaña barcelonesa el día de la Hispanidad, sus discursos se han mantenido prácticamente inamovibles. En ellos siempre se recuerdan a los "gloriosos caídos por la patria española durante la Guerra Civil", de los que se sienten herederos. Se sigue llorando a Franco y se maldice a los judíos y al presidente español de turno.

Sin embargo, este año los ultras han identificado a un nuevo enemigo en sus discursos: el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y a su "ejército de los CDR". También se han mostrado muy dolidos por el tema del Valle de los Caídos, algo por lo que no pedonan a Pedro Sánchez, al que consideran "un traidor" que ha llegado a ser presidente con el apoyo de "terroristas y golpistas".

Merchandising nazi en Barcelona.

 

Por todo esto, el líder de la Falange, Manuel Andrino, ha pedido a la masa de asistentes "más acciones directas para lograr una revuelta en las calles". Pero cada año son menos, bien porque los partidos mayoritarios como PP o Ciudadanos van adoptando sus discursos o bien también porque algunas cabezas visibles del movimiento terminan en la cárcel - como el líder de Democracia Nacional, Pedro Chaparro, o el propietario de la librería neonazi Europa, Pedro Varela-.

Finalmente, tras hacer un último saludo fascista y besar la bandera española, como manda su tradición anual, todos los ultras se han ido a comer, apenas una hora y media después del inicio del acto.

Saludos nazis en Barcelona