Con Spanish Leather, Guitarricadelafuente firma un segundo álbum que no se limita a continuar la senda de La Cantera (2022): la retuerce. Doce cortes, 31 minutos y un ideario que fricciona tradición y deseo de presente, entre lo íntimo y lo colectivo. El disco —publicado el 16 de mayo de 2025— se escucha como un cuaderno de tránsito: sexo y ternura, ganas de mundo y raíces que tiran, hedonismo y resaca. No hay duetos, sí una producción deliberadamente concentrada y mucho pulso rítmico que acerca su folk mediterráneo a un pop de aristas contemporáneas.

En entrevistas recientes, el propio músico ha hablado de “poner menos filtros”, de contar “cosas más personales” y de enfocarse en la conexión emocional antes que en las métricas. A su alrededor, una constelación local -pablopablo, Raül Refree y voces emergentes como Ciutat, Tristán o Teo Planell- termina de soldar el puente entre tradición y vanguardia.

El repertorio refuerza esa dialéctica. BABIECA! abre como un bofetón de autoestima juguetona; Full time papi, Poses o Los chicos del club juegan con identidades, deseo y performatividad; Puerta del Sol y Port Pelegrí anclan paisaje y memoria; Pipe dream mira de frente a la ilusión precaria; Tramuntana, balada final, es viento y metáfora: lo que te sacude y te convierte, incluso si estás en mitad de la ciudad. El conjunto, compacto y sin rellenos, sostiene un arco emocional que varios medios han leído como un salto de madurez -menos inocencia, más contradicción- y una estaca clavada en el presente de su generación.

Desde su salida, Spanish Leather ha sido leído en clave de emancipación estética: un “folk del futuro” que acepta la sensualidad, la vulnerabilidad y un imaginario explícitamente urbano sin renunciar a la geografía íntima -el Levante, las fiestas, las amistades que te hacen de brújula-. En esa cuerda floja, Guitarrica se permite símbolos españoles en clave pop, guiños homoeróticos y una escritura menos velada que le ha ganado elogios y también lecturas críticas más severas sobre el tratamiento del deseo. Precisamente ahí, en esa fricción, respira el álbum: un carné de identidad en refacción, hecho de cuero español y cicatrices nuevas.

La ambición del proyecto se ha trasladado al directo. La TOUR 2025 ha hilado teatros y arenas con una puesta en escena participativa y un relato que encaja con el disco: shows que funcionan como rito generacional, entre la euforia de club y la confesión cantada. Ese lenguaje de concierto-inmersión, con interludios visuales y un cuidado de la dinámica (subidón, pausa, coro colectivo), ha ido solidificando a Guitarricadelafuente como figura central del panorama español postindie: un autor de canciones que, sin renunciar al fraseo de trovador, entiende el pop como dispositivo sensorial.

El tramo final llega en octubre y tiene una parada simbólica: 17 de octubre, Madrid, Movistar Arena. La cita -con las entradas ya agotadas- subraya el momento del artista y la escala de un tour que ha crecido de los auditorios a los recintos de gran aforo. El Movistar Arena sitúa el concierto en el epicentro de la agenda musical capitalina, con capacidad en torno a 18.000 personas.

Si algo distingue a Spanish Leather es su manera de hacer del detalle un manifiesto. El “cuero” del título no es sólo estética: es piel curtida, resistencia y juego: mechero y merchandising, sí, pero sobre todo una textura que atraviesa las canciones: el roce de una pista de baile, la aspereza de una ruptura, la suavidad de la madrugada.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio