Lo confieso, cada vez me río menos con las series. El humor de las americanas con frecuencia me aburre, al británico no termino de pillarle en punto, y el chascarrillo patrio de las españolas qué quieren qué les diga… salvo honrosas excepciones tipo Venga Juan (HBO), me hace puñetera gracia. Con la ficción, me ocurre como con la vida; me divierte por encima de cualquier cosa, lo bizarro y lo absurdo. Y de eso hay mucho en Sin novedad la extraordinaria comedia que estrena este domingo HBO Max.

Basada en el formato australiano No Activity y adaptada con buen tino por Rodrigo Sopeña y Alex Mendíbil, su media docena de episodios recuerda demasiado y afortunadamente a Camera Café. No es otra cosa que distintas conversaciones entre cada una de las tres parejas protagonistas implicadas en una disparatada operación policial. Por un lado están los dos agentes de vigilancia (Arturo Valls y Carlos Areces), por otro sus compañeras en la comisaría (Pilar Castro y Adriana Torrevejano) y por último los delincuentes a los que se pretende cazar, un par de sicarios de poca monta y torpes a más no poder (Toni Acosta y Omar Banana).

Carlos Areces y Arturo Valls en Sin Novedad

Nunca una espera a que ocurra algo, que es lo que hace cada una de las tres parejas, ha podido ser tan divertida. Sus charlas entre lo cotidiano y lo absurdo, sus incómodos silencios y cómplices miradas lo dicen todo.

No hay ninguna duda: las series -sobre todo las españolas- cuanto más cortas en duración y en temporadas- se digieren mejor. El tiempo que te doy en Netflix o Cardo en Atresplayer Premium, son un claro ejemplo reciente, al que se suma ahora Sin Novedad. Sus episodios de entre los 19 y 25 minutos, no dan tregua al despiste ni al desaliento, no tanto por la acción-no pasa absolutamente nada y todo transcurre en 3 únicos escenarios, el coche de los agentes, la oficina de sus compañeras y la nave industrial en la que están los sicarios- como por la agilidad y el ingenio de unos diálogos que no necesitan ni bombas, ni helicópteros ni infernales persecuciones policiales, para resultar hilarantes y eficaces.

El reparto está intratable. Arturo Valls-no es ninguna novedad- se sale como siempre, Toni Acosta mejora como el vino con los años, Areces ha nacido para hacer reír y Pilar Castro, tan acostumbrados como nos tiene al drama, se mueve divinamente en la comedia. Por último Adriana Torrevejano y Omar Banana a los que confieso no conocía, son el mejor descubrimiento que he hecho en años.