Hoy se estrena la esperada nueva temporada de la aclamada serie Hierro. Llega envuelta bajo el mismo magnetismo que hace año y medio, la encumbró a lo más alto, la colmó de premios y merecidos reconocimientos, convirtiéndola además y sobre todo, en la serie más vista de la plataforma de Telefónica. Aquel thriller tan rural, tan autóctono y tan canario en el que una jueza, recién aterrizada en la pequeña isla del Hierro, se enfrentaba y resolvía un misterioso crimen en medio de peligrosas arenas movedizas del narcotráfico, se merecía regresar tal y como lo hace, por todo lo alto.
Dos bestias de la escena marcaron aquella primera temporada de 8 episodios. Candela Peña como la implacable jueza Candela Montes y Darío Grandinetti en la piel del empresario bananero Antonio Díaz, principal sospechoso del crimen con el que arrancaba la serie. Ambos protagonizan también esta nueva trama que, aunque no es tan sólida como aquella, sin embargo conforme avanzan los capítulos, se convierte en igual de poderosa.
Los hermanos Jorge y Pepe Coria primeros y últimos responsables de Hierro , han apostado en esta segunda temporada por dos historias diferentes, aunque discurren en paralelo y estrechamente ligadas, la una a la otra. Han pasado unos meses desde que la pequeña tranquilidad de El Hierro, se viera sacudida por una serie de asesinatos. La incómoda juez Candela Montes ya asentada en la pequeña isla, sigue empeñada en destapar el nexo entre Díaz y el narcotráfico, y más todavía después de que hayan intentado matar al empresario. Mientras tanto, en el juzgado se le presenta un caso mucho más doméstico; la pelea de unos padres por la custodia de sus hijas.
La temporada 2 de Hierro se sustenta sobre aquellos inconfundibles mimbres, que ya la hicieron imprescindible en 2019. Para qué cambiar algo que funciona. Si algo pesa en la serie de nuevo, además de las interpretaciones, son sus bellos e impactantes parajes, enclaves tan salvajes como inconfundibles. En es pedazo de tierra perdida en medio del océano, todo atrapa, inquieta y ahoga infinitamente más. La isla de El Hierro luce otra vez espectacular. Las tramas se entremezclan con las tradiciones de la zona -'La Bajada' deja paso a la lucha canaria en esta ocasión-, dando como resultado un producto con identidad propia, autóctona y tremendamente atractivo.
Hierro no sería ni la mitad de lo que es, sin Candela Peña. La jueza Candela Montes, se hace mucho terrenal en esta segunda temporada. Sigue siendo igual de justa, recia y honesta, aunque se muestra mucho más relajada y humana. Dictar justicia no siempre es lo más justo y acertado. Lo sabe bien la magistrada que tendrá que aparcar sus conflictos internos, por más que le pese, para hacer cumplir la ley; sobre todo en el caso de esos padres, enfrentados por hacerse con la custodia de sus dos hijas. No pierdan ojo a todo lo real, crudo y auténtico que se dirime, bajo las paredes de ese pequeño juzgado de El Hierro. Nada tiene que envidiar la amarga situación, a otros grandes procedimentales americanos del género. El villano progenitor Gaspar a que interpreta el actor Matías Varela, no puede ser más malo y tirado con su exmujer.
Por otro lado, el duelo interpretativo de Peña con Darío Grandinetti a lo largo de la temporada, no tiene límites. Sobre todo porque el atractivo y seductor actor argentino, en medio de un personaje lleno de aristas, continuamente juega al despiste con la jueza, en un constante tira y afloja entre ambos que a veces, sincera y honestamente, puede llegar a cargar.
Cuando uno termina de ver la segunda temporada de Hierro, se queda con ganas de ver más y seguir disfrutando de Candela Peña. No lo esperen porque Movistar, ya ha anunciado que no habrá tercera temporada. Una pena porque sería apasionante sin ir más lejos, trasladar por ejemplo a la jueza Montes un gran juzgado, con nuevas tramas de corrupción política o urbanística. En España nos hace falta como el comer, una gran serie de abogados y jueces. El camino y la veda ya la ha abierto muy acertadamente Movistar +. Ahora solo queda esperar. Todo se andará.
