‘Reputa’. Con este rompedor título, la cantante Zahara relanzó su último trabajo discográfico en septiembre de 2022 y por el que ahora ha sido nominada a los Premios Grammy Latinos 2023, que este año se celebran en Sevilla, con Mejor Álbum de Música Alternativa.

La artista ha utilizado su talento no sólo para revolucionar la industria musical española con ritmos electrónicos, sino que le ha servido como conducto para enviar mensajes de calado social y político. En ‘Reputa’, su trabajo nominado a los premios más importantes de la música latina a nivel mundial, versiona los temas de su anterior disco contando con la colaboración de otros artistas de renombre como Alizzz, Carolina Durante, María José Llergo o La Oreja de Van Gogh, entre otros. La cantante, natal de Úbeda, compite en esta categoría con: 'Martínez', de Cabra; 'Nacarile', de iLe; 'Bolero Apocalíptico', de Monsieur Periné; y 'Mesa Dulce', de Dante Spinetta.

Un reconocimiento que coincide con el lanzamiento de ‘Esto no es una canción política’ y el documental dirigido por Guillermo Guerrero ‘Esto no es un documental’, compuesto de tres capítulos en los que la artista narra toda la polémica -y repercusión- que rodeó a ‘Puta’, disco en el que relató sus vivencias como víctima de abusos sexuales. Este mes de septiembre lanzó su último single, en el que da muestra de su capacidad de transmitir la realidad del la sociedad actual a través de la música: “No voy a dedicársela a ninguna bestia / No voy a hablar de quienes violan / No mencionaré la violencia homófoba […] No voy a hablar de drogas ni de religión / Ni de libertad de expresión / Porque la libertad de ir a los bares es mucho más importante”. Rezan algunos versos de la canción en la que deja entrever la crítica intrínseca de los tiempos de hoy.

Zahara, la artista que provocó la ira de la extrema derecha

Zahara es revolucionaria, rompedora, carismática; una artista sin pelos en la lengua que ha declarado la batalla a lo políticamente correcto y, con ello, despertó la ira de la derecha, ya que sus letras y la estética que las acompaña venía cargada con simbología católica, una expresión artística que generó profundas asperezas en los sectores más conservadores.

La polémica se desató cuando Zahara se encontraba inmersa en su gira por España y organizó una actuación en Toledo, la cual fue rápidamente censurada por “ofender a los sentimientos religiosos”. La cantante aparecía representando a la Virgen María en el cartel oficial del concierto, una imagen que Vox no tardó en calificar de “ofensa extrema” contra la simbología católica.

Tras las sendas críticas políticas, Zahara rompió su silencio a través de redes sociales con una reivindicación de calado: “Un arte que no intenta complacer es como una buena sátira que no necesita un paréntesis que justifique su ironía. El arte, tal y como yo lo entiendo, tiene que ser libre para alcanzar esa grandeza. Tiene que vivir al margen de los convencionalismos y del sistema. […] El arte no tiene que caerte bien, no ser simpático, no tiene que arreglarte el día o estropeártelo. Puede ofenderte, emocionarte, liberarte o incomodarte… pero eso no lo decide el arte, lo decides tú al dejar o no que te atraviese”, defendió a través de su cuenta de Instagram.

Volviendo al plano del documental en el que vuelve a tocar la cuestión política, Zahara no sólo se centra en lo puramente musical, sino que lleva la crítica al espectro de la performance a través de su gira y documental con un experimento social: una ‘rave’ que recorre España. “Hay que separar arte de entretenimiento y la diferencia es que este último no te tiene que hacer pensar, pero el arte sí. La pista de baile ravera, como yo la entiendo, desde su origen, es un lugar de desintoxicación del ruido de fuera, de aislamiento. La pista ha sido un lugar que por esa misma libertad y seguridad se convierte en un sitio político, donde puede estar un obrero hastiado del día a día y a su lado, una persona queer y no hay conflicto. No hay nada más político que eso”, reivindica. Este jueves 16 de noviembre cerrará este ciclo con su última actuación en Las Ventas de Madrid.