En 2014, Yo la tengo, una de las bandas indies de referencia en todo el mundo (de la cuerda de Pavement o PJ Harvey), cumplió tres décadas, y este 2015, las bodas de plata de Fakebook, que, junto a Painful, es uno de sus discos legendarios, celebrados al unísono por el público y la intelligentsia de la crítica musical.


Todo un acontecimiento en una época en la que los iconos musicales son cada vez más difusos, quedan desdibujados entre la gran oferta, la multitud de gustos y los cambios de tendencia que se suceden como relámpagos. Un acontecimiento que no ha dudado en celebrar este trío de New Jersey, formado por Ira Kaplan y Georgia Hubley, los dos miembros fundadores (y, algo raro en el mundo del rock, una pareja sentimental feliz), y James McNew, el bajista número quince del grupo, o como él mismo se define, “el Roonie Wood de Yo la tengo. Entré aquí en los años noventa, en principio solo para hacer una sustitución de una gira por Estados Unidos, y con gran admiración previa por Ira y Georgia”. La celebración tiene cuerpo de nuevo álbum, Stuff like that there, que, como Fakebook, incluye temas nuevos, versiones de algunos de los viejos hits del grupo y la especialidad de la casa: versiones, en esta ocasión de artistas como Hank Williams, The Parliaments o The Lovin’ Spoonful, entre otros.


“Nos pareció un buen reto de aniversario”, asegura McNew. “Recuperar el espíritu de aquel disco no es nada del otro mundo, pero el estilo de Yo la tengo es suficientemente abierto y experimental como para que nada de lo que hagamos sorprenda. Nos divertimos creando, somos gente con muchas referencias musicales y gustos variados, y creo que eso se nota en lo que ofrecemos, mil sonidos pasados por nuestro filtro personal”. Un estilo a caballo entre el rock, el folk y el pop, que nos transporta por un carrusel de sonidos a veces más oscuros y otras más relajados. Un estilo difícil de etiquetar en definitiva, expresión de la originalidad y creatividad que sin duda definen a la banda. ¿Cómo verán sus miembros al resto de los músicos que copan las listas de ventas? ¿Demasiado sometidos a los cánones de la industria? “Deberían ser originales”, cree Mc New. “Pero no soy ni somos quiénes para juzgar a nadie, y mucho menos para pedirle que sea algo que a mí, modestamente, me gustaría”.


McNew ha tenido que aprender a tocar el contrabajo para este nuevo lanzamiento de los suyos. “Ha sido duro, me ha exigido muchas horas de ensayo. Primero recibí clases de un profesor, y luego trabajé por mi cuenta. Lo bueno es que ahora, ya estoy preparado para siempre que queramos incluir el instrumento”. Además, una de las pistas de este nuevo repertorio es una versión de Automatic Doom, un tema de Special Pillow, el grupo donde de donde parecía McNew al embarcarse en Yo la tengo. “Era un tema que ya habían versionado Ira y Georgia, y me ha hecho particular ilusión, como no podría ser de otra manera. Es muy bonito”.


https://www.youtube.com/watch?v=WTQ-zGl4pRw

Por cierto, ¿a Ira y Georgia, les resultará complicado reinventar sus propias canciones? “No creas que es fácil, no. Pero pasamos muchísimo tiempo jugando, ensayando. Le damos mil vueltas a los temas entre todos, a partir de letras preconcebidas. Así es como funciona Yo la tengo”. Lo cual no quiere decir que no disfruten el directo, “nos encanta el contacto con la gente y nos sirve para desconectar de la cantidad de horas que nos encerramos en el estudio”. Eso sí, con permiso de Automatic Pillow, si hay una pista de Stuff like that there que se está poniendo en modo bucle es Friday I’m in love, una versión de los Yo la Tengo del clásico de The Cure. “Lo tocamos desde hace años. El director Jason Woliner sugirió que grabásemos el videoclip. Me alegro de que esté gustando”. ¿Para cuándo, entonces, un dueto con los The Cure? “No tenemos duetos a la vista, pero nos encanta tocar con otros. Estamos a la escucha de propuestas para todos los grupos que tengan nuestro teléfono”.


https://www.youtube.com/watch?v=jJwTSTlpsak

 

Treinta años de una banda son muchos años. Tres décadas siendo testigos de los cambios de la música. “Me gustaría creer que la música no ha cambiado nada en treinta años. Que su esenia, su intención, sigue siendo emocionar. No puede haber otra intención. Pueden cambiar los canales de comunicación con el público, con las orejas, pero los músicos siempre hacen lo mismo”. Canales que, sabido es, a veces causan verdaderos quebraderos de cabeza a los músicos, como el peligro de las descargas. “Entiendo que se preocupen, pero si la industria procura ir al mismo paso que la tecnología y el público, adaptándose a las nuevas formas de disfrutar de un álbum, no tendría por qué pasar nada malo. Me imagino, también, que las normativas son variables de un país a otro, y tengo entendido que en España hay más controversia que en otros lugares, tal vez porque hay menos tradición de comprar online”. A España vienen este fin de semana, este viernes (4 de septiembre) en el Tibidabo Live Festival de Barcelona y, un día después, en el Kutxa Kultur Festibala de Donosti. “Sin duda, con España tenemos una conexión muy especial. Hemos venido muchas veces, siempre con grandes sensaciones”.


Foto: Dusdin Condren.