La industria del videojuego despide a uno de sus nombres fundamentales. Vince Zampella, creador y productor clave en el desarrollo de Call of Duty y fundador del estudio Respawn Entertainment, ha fallecido a los 55 años, según confirmó Electronic Arts en un comunicado oficial difundido este domingo. La compañía no ha hecho pública la causa de la muerte.
“Amigo, colega, líder y creador visionario, su trabajo ayudó a dar forma al entretenimiento interactivo moderno e inspiró a millones de jugadores y desarrolladores en todo el mundo”, señaló EA en su mensaje de despedida. “Su legado seguirá influyendo en cómo se hacen los juegos y en cómo los jugadores se conectan entre sí durante generaciones”.
This is an unimaginable loss, and our hearts are with Vince’s family, his loved ones, and all those touched by his work. Vince’s influence on the video game industry was profound and far-reaching. A friend, colleague, leader and visionary creator, his work helped shape modern… https://t.co/af2C4bvsmE
— Electronic Arts (@EA) December 22, 2025
La noticia ha provocado una oleada inmediata de reacciones en la comunidad internacional del videojuego, desde estudios rivales hasta desarrolladores independientes y millones de jugadores que crecieron -literalmente- con los títulos que Zampella ayudó a concebir.
El creador que redefinió el ‘shooter’ contemporáneo
Hablar de Vince Zampella es hablar de una transformación profunda del videojuego comercial en las dos últimas décadas. Como uno de los máximos responsables creativos de Infinity Ward, Zampella fue pieza central en el nacimiento de Call of Duty, saga que debutó en 2003 como un shooter ambientado en la Segunda Guerra Mundial y que pronto se convertiría en un fenómeno global.
El punto de inflexión llegó con Call of Duty 4: Modern Warfare, título que rompió con el imaginario histórico para trasladar la acción a conflictos contemporáneos, con un ritmo cinematográfico, un diseño de misiones espectacular y un multijugador que sentó las bases de lo que hoy se conoce como experiencia competitiva masiva. Desde entonces, la franquicia no ha dejado de crecer hasta superar los 500 millones de copias vendidas en todo el mundo, una cifra que la sitúa entre las sagas más exitosas de la historia del entretenimiento.
Respawn Entertainment: innovación dentro del gran circuito
Tras su salida de Infinity Ward, Zampella no se acomodó en el prestigio acumulado. En 2010 fundó Respawn Entertainment, un estudio que se convertiría en sinónimo de innovación dentro del sector AAA. Allí nacieron Titanfall y Titanfall 2, títulos que revolucionaron la movilidad en primera persona con parkour, verticalidad y una fluidez inédita hasta entonces.
El gran salto popular de Respawn llegó en 2019 con Apex Legends, un battle royale que introdujo sistemas de comunicación no verbal, personajes con habilidades diferenciadas y un modelo de juego como servicio que marcó tendencia. Su éxito demostró que aún era posible innovar en un género saturado y consolidó a Zampella como uno de los pocos creativos capaces de combinar riesgo, visión y viabilidad comercial.
De creador a figura estratégica de la industria
La adquisición de Respawn por parte de Electronic Arts convirtió a Zampella en algo más que un fundador de estudio: pasó a ser una figura estratégica dentro de una de las mayores editoras del mundo. Desde esa posición, influyó en el rumbo de múltiples franquicias y defendió, según coinciden numerosos testimonios, una cultura de desarrollo centrada en el talento creativo y la experiencia del jugador.
No era un ejecutivo mediático ni un diseñador obsesionado con el protagonismo personal. Su influencia se ejercía desde los equipos, desde las decisiones estructurales y desde una comprensión profunda de lo que hace que un videojuego funcione tanto a nivel lúdico como cultural.
La muerte de Vince Zampella deja un vacío difícil de llenar. No solo por los títulos que llevan su firma directa, sino porque gran parte del lenguaje actual del videojuego -el multijugador persistente, la narrativa espectacular, el shooter como espacio social- se construyó sobre cimientos que él ayudó a colocar.
Hoy, mientras la industria rinde homenaje a su figura, queda claro que su legado no se mide únicamente en ventas o premios, sino en millones de horas de juego, en comunidades globales y en una forma de entender el entretenimiento interactivo que seguirá viva mucho después de su desaparición.