Nuria Gael nació en el Estrecho de Gibraltar, en La Línea de la Concepción. Si bien es diseñadora industrial de formación, desde niña su gran pasión ha sido la literatura. Primero lectora y después temprana escritora de poesía, viene de publicar el poemario 'A dentelladas', pero es en la novela en donde encuentra la voz que interpreta, con mayor fuerza, su mundo creativo. Y debuta en este género con 'El reverendo: Northam House' (Orpheus Ediciones Clandestinas, 2023), una obra que narra el proceso vital de un estadounidense, de niño a hombre, con un cuarto de sangre Lakota y heredero de un título inglés, a mediados del siglo XIX. A partir de esta realidad, la novela integra la política, la guerra del opio con aventuras en torno a una historia de amor. La autora, a la hora de hablar de la trama, parte de una pregunta: "¿Puede el amor cambiar la vida de una persona?"

"Me considero una buscadora de personajes que tengan algo que decir"

Pregunta: ¿Quién es 'El reverendo: Northam House'?

Respuesta: Es un hombre en lucha consigo mismo, con su origen y las circunstancias que le ha tocado vivir. Siendo un muchacho en Tejas, encuentra un mentor en la figura de un cura mejicano, por primera vez siente que pertenece a algo. Pero su vida dará un vuelco y cruzará el océano hasta Inglaterra, para recibir una herencia paterna que nunca imagino. Allí su cuarto de sangre india no le pondrá las cosas fáciles, acostumbrado a ser “el diferente” intentará cumplir con sus deberes sin traicionar su esencia, mientras le llega la forma de redimirse a sus ojos, de los secretos de su pasado.

Portada El Reverendo, de Nuria Gael

P: La política está muy presente en tu novela. ¿Te interesa como fuente para crear historias? 

R: El personaje, estamos hablando de mediados del siglo XIX, se desarrolla y vive, en muy distintas formas en los años treinta de ese siglo en Texas y en los cincuenta, ya en una posición de poder en Inglaterra. La política durante sus años tejanos, marcan una manera de vivir de la que es víctima. Violencia, especulación guerra con los indios, la esclavitud negra. Luego cuando ya tiene un puesto prominente en la sociedad británica, será una nota discordante, no estará de acuerdo con la Guerra del opio y sentirá impotencia, por ejemplo. Verá como no puede ayudar a todos los desposeídos, solo ir sembrando aquí y allí y confiar en el cambio de los tiempos. Vivirá la transformación de los inicios de la era industrial. No olvida nunca de donde viene. La política es historia y entre otras, esta es también una novela histórica (a la vez que romántica, de aventuras…), por lo tanto debe estar presente para situarnos en contexto adecuado.

P:  Vienes de escribir poesía, ¿qué te lleva a escribir esta primera novela? 

R: El corazón, el instinto, todo, hasta las tripas. Yo soy una comunicadora, una contadora de historias. Las historias pueden rimar o no, ser largas o cortas. Finalmente donde abro mis alas es en la novela, que me hace disfrutar y sufrir a partes iguales, vamos, que me encanta.

P:  ¿Te consideras una autora de novela histórica? 

R: No, aunque tengo una gran debilidad por el género. Lo próximo que estoy preparando, es un thriller fantástico. Me considero una buscadora de personajes que tengan algo que decir.

P: Ahora cuando se recuperan autoras olvidadas en la historia de la literatura, ¿crees que las del presente también están ganando espacios? 

R: La pregunta del millón, cuesta trabajo, esa es la verdad. El mundo no es nuestro, pero lo vamos tomando y si nos lleva más tiempo, pues vale y si hay que demostrar más, pues vale, pero aquí estamos.

P:  ¿Qué autores o géneros lees cuando no escribes?

R: Amor Towles, me gusta bastante, Terenci Moix, poetas contemporáneos a los que conozco, pero sobre todo novela y algo de relato corto. El problema es que por lo general, ahora ando escribiendo y estoy deseando tener un hueco, para coger un buen libro y tenerlo abierto mientras quiera. Me gusta sumergirme en la lectura, soy muy visual y de manera muy visual, escribo y leo, también. Mi cabeza se convierte en una sala de cine única para mí y desconecto.