Ya os hemos hablado varias veces de la vigencia de los libros de papel frente el ebook. Que el formato tradicional sigue siendo el preferido entre los lectores adultos. También entre los más jóvenes. Pero, ¿qué pasa con los niños? Que ocurre con los auténticos nativos digitales. Esos mocosos que manejan las pantallas táctiles mejor que sus padres. Que viven rodeados, hasta en el colegio, por dispositivos digitales.

Entre 4 y 6 años prefieren el papel

Pues una vez más el resultado es sorprendente. Los niños de entre 4 y 6 años también prefieren el tacto de los libros de papel cuando llega el momento de leer. Un estudio pone de manifiesto que aunque pasan gran parte de su tiempo con tablets, móviles y consolas, apartan esos aparatos para enfrascarse en las páginas físicas de los libros. Es más. Los dispositivos electrónicos tienen el efecto contrario. Es decir, cuanto más acceso tiene un niños a estos aparatos, menor es el tiempo que dedica a leer.

Bibliotecas sin libros de papel

Estos datos tiene una gran relevancia si pensamos cómo está siendo el proceso en las escuelas en los últimos años. En algunos centros de países como Australia y Estados Unidos, las bibliotecas escolares están sustituyendo los libros físicos por eBooks. Sin embargo, esta decisión puede tener un impacto negativo en el acercamiento de los más pequeños a la lectura.
Los libros digitales limitan su capacidad de elección. La posibilidad de ojear un libro o de que un tomo llame la atención por sus ilustraciones o el título de la obra.

Beneficios de leer en papel para los niños

Otro elemento de los soportes digitales que va en detrimento de la afición a la lectura de los más pequeños es que afectan a su capacidad de concentración. Mientras que un libro en papel solo ofrece la posibilidad de introducirse en la historia que se está leyendo, los formatos digitales permiten a los niños dejar de leer y ponerse a jugar, por ejemplo. Y en una época en la que todos, y especialmente los más pequeños, tenemos problemas para centrarnos, estas distracciones afectan no solo a la cantidad de páginas que se leen sino también a la compresión lectora y al grado de recuerdo de lo que se lee.