Cristina Campos (Barcelona, 1975) es la flamante finalista del Premio Planeta 2022 por su novela ‘Historias de mujeres casadas’, un relato en el que habla de la infidelidad masculina y femenina, de la maternidad, las relaciones entre parejas que llevan más de 20 años juntas, pero, sobre todo, de la amistad entre mujeres. Escrito casi como un guion cinematográfico (Cristina viene del cine y se nota), cuenta la historia de Gabriela, una periodista de 45 años, casada felizmente con Germán desde hace dos décadas y madre de un niño de 3 años. En su camino se le cruza Pablo, un escritor cincuentón, también casado y feliz, con quien vive fugaces encuentros de enorme tensión sexual no resuelta hasta que el destino los lleva a vivir en el mismo barrio. El primero es su compañero de vida, su mejor amigo a quien quiere profundamente, pero a quien desea realmente es al que sería su amante.

A las mujeres nos cuesta mucho separar el sexo del sentimiento

Para Cristina Campos la infidelidad femenina es bien diferente de la masculina. “A las mujeres nos cuesta mucho separar el sexo del sentimiento”, argumenta en una entrevista concedida a ElPlural. En su opinión, la infidelidad femenina es un “acto de valentía” y lo que buscan es volver a enamorarse después del “tedio” de muchos años de matrimonio. Todas las historias que aparecen en la novela parten de experiencias reales que ha vivido el entorno de la autora, sus amigas, y con las que, asegura, mucha gente se habrá sentido identificada.

Puede que la protagonista tenga algo de la autora, ambas manejan un Nokia casi prehistórico sin redes sociales ni datos y han sido madres pasados los 40. Sin embargo, no es su alter ego. Confiesa que está muy satisfecha con su marido, el director de cine Jaume Balagueró, a quien dedica el penúltimo agradecimiento de la novela: “mi amigo, mi mejor amigo, mi marido y mi dulce amante”.

Al igual que en su primera novela ‘Pan de limón con semillas de Amapola’ (Planeta), que fue llevada al cine por Benito Zambrano, aborda el tema de la amistad entre mujeres. Sin embargo, en esta ocasión, la perspectiva es diferente. Cristina Campos nos sorprende ahora con un texto sobre la intimidad femenina, con escenas explícitas de sexo y el deseo de vivir una vida plena, llena de pasión y aventuras. “Es una novela llena de verdad, una mezcla de Woody Allen y Bergman, 'Secretos de un matrimonio', 'Hannah y sus hermanas''Manhattan'...Yo soy así, me gusta jugar entre dos mundos”, nos explica.

El texto nos lleva a una Barcelona contemporánea donde no hay ni rastro de pandemia, pasando por Formentera, Boston, la Cerdanya y Senegal. Además, el recorrido vital de las protagonistas se complementa con una completa banda sonora que ha marcado la vida de Cristina Campos y varias generaciones, con piezas como ‘Bobby Brown goes down’, de Frank Zappa, ‘Woman in love’, de Barbra Streisand, ‘You can leave your hat on’, de Joe Cocker, ‘Feeling good’, interpretada por Nina Simone o ‘Mother’, de Pink Floyd.

Marisu Moreno junto a Cristina Campos durante la presentación del Premio Planeta 2022

El deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo

PREGUNTA.- Tu padre estuvo también entre los diez finalistas del Premio Planeta. ¿Qué te ha dicho de la novela?

RESPUESTA.- Está orgulloso de lo que he conseguido. Es mucho mejor escritor que yo, más complejo. Tiene 90 años y se lo ha pasado muy bien con la novela. Dice 'vas a vender mucho, mucho'.

P.- Dices que te has inspirado en vivencias de varias amigas, ¿esas amigas han leído la novela? ¿Les ha gustado?

R.- Les ha encantado. Soy buena amiga de mis amigas y sé guardar secretos. A ninguna se la va a poder identificar. Lo cambio todo, los nombres, las profesiones, dónde viven... Sólo ellas y yo sabemos quiénes son y lo que ha sucedido, aparte de que yo lo llevo hasta las últimas consecuencias.

P.- Entre otras cosas, abordas la falta de deseo sexual de las mujeres casadas hacia sus maridos. 

R.- El deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo, pero no eso no quita que no sigas teniendo una relación sexual muy bonita con tu marido.

P.- ¿Los hijos complican la vida sexual de los padres?

Sí. En un matrimonio son los hijos los que coartan la libertad.

Debe eliminarse este estigma de la menopausia. Tengo tres amigas que han llegado a la menopausia, se han separado y están felices, se lo están pasado muy bien sexualmente

P.- Pero llega un momento en que se hacen grandes.

R.- Sí, es cuando llega por fin la menopausia. Yo lo estoy deseando. Debe eliminarse este estigma de la menopausia. Tengo tres amigas que han llegado a la menopausia, se han separado y están felices, se lo están pasado muy bien sexualmente.

P.- Tienes dos hijos mayores, pero repetiste la experiencia después de los cuarenta. ¿Ha habido mucha diferencia?

El más pequeño tiene cuatro años y me lo estoy disfrutando mucho. He tenido la suerte de poder dejar de trabajar durante dos años para poder estar con él. Laboralmente ya tenía lo que quería y económicamente me lo podía permitir porque soy una privilegiada. Ojalá existiera la conciliación familiar, pero aquí es una mentira.

P.- La novela está escrita casi como un guion cinematográfico. ¿Se la has pasado ya a Benito Zambrano? 

R.- No. En caso de que se hiciera una película o una serie, la haría una mujer. Lo tengo muy claro. 

P.-  Salvando las distancias, ¿es la versión española de ‘Sexo en Nueva York’?

R.- Eso han dicho, pero lo veo parecido. Tiene un tono hiperrealista, siempre busco la verdad. Es una mezcla de Woody Allen y Bergman, 'Secretos de un matrimonio', 'Hannah y sus hermanas', 'Manhattan'...Yo soy así, me gusta jugar entre dos mundos.

P.- ¿Que has querido transmitir?

Para mí escribir es contar la verdad. Muchas mujeres ahora se están acercando a decirme que a ellas les han pasado cosas parecidas. También hombres, que dicen que es la historia de su matrimonio.

Cuando llevas 15 años casado, la rutina conyugal, el tedio de la vida cotidiana acaban con la pasión

P.- ¿Es compatible el deseo, la pasión y el sexo con el amor?

R.- Por supuesto que son compatibles, lo que pasa es que cuando llevas 15 años casado, la rutina conyugal, el tedio de la vida cotidiana acaban con la pasión. Puedes querer mucho a tu marido, pero se desvanece el deseo. Entonces, claro, practicar sexo con un hombre nuevo puede ser muy divertido. Ahí está la valentía de ser infieles. En el caso de las mujeres creo que ser infieles es de valientes.

P.- En los perfiles que retratas en la novela el amor y la infidelidad van unidos. No es solo sexo.

R.- Creo que a las mujeres nos cuesta mucho separar el sexo del sentimiento. Las amigas mías que han sido infieles a sus maridos no lo han hecho por esa palabra tan fea de me quiero correr. ¡Quién te va a hacer mejor el amor que tu marido, que te conoce súper bien! Además, en esas primeras noches nunca sale bien. Lo que buscan estas mujeres es vivir una historia de amor bonita y volverse a enamorar.

P.- Haces un retrato de un tipo muy determinado de mujer, casada, independiente económicamente... ¿hablas en nombre de todas las mujeres?

R.- No. Es un tipo de mujer. Las mujeres que me rodean son así, mi madre, mis dos tías, mis amigas... No tengo amigas que salgan por la noche buscando una noche de sexo. ¿Amigos? Alguno, varios.

P.- Pero sí que hay mujeres que lo hacen.

R.- Muy pocas. Tendría que pensar mucho para encontrar alguna.

Escribo desde el privilegio sobre mujeres privilegiadas

P.- Dices que mujeres independientes económicamente no se separan de sus maridos por sus hijos.

Yo defiendo el matrimonio. Estoy felizmente casada con un tipo maravilloso y si algún día me quiero ir, no lo necesito económicamente. Mis personajes son un poco así, son mujeres independientes, muy libres de irse si quieren. Escribo desde el privilegio sobre mujeres privilegiadas. 

P.- También hablas, y mucho, de amistad.

R.- Me siento muy cómoda con mis amigas. Para mí una noche de fiesta es estar con ellas y creo que es un sentimiento bastante universal. La novela trata y gira alrededor de la amistad femenina. Gabriela, por ejemplo, dice en un momento dado que le dan pena las mujeres sin amigas. Nosotras tenemos la sororidad, la complicidad frente a la contención masculina. Las tres protagonistas, amigas maravillosas, son básicas para entender la novela. 

P.- ¿Hay mucho de ti en el personaje principal, Gabriela?

Mi alter ego tiene mucho de mí en el sentido de que es una mujer privilegiada. No me ha pasado lo mismo que a ella, ni he pasado por la endometriosis, ni por una infidelidad, pero creo que sentiría como ella.

P.- ¿Cómo te sientes más? ¿Guionista o escritora?

Escritora. Los guiones no me han salido bien. Sólo he logrado guionizar mi propia novela. El resto de guiones que he escrito hasta ahora no han llegado al cine. 

P.- ¿Es difícil hacer un guion de algo tan tuyo como una novela?

El cine tiene una jerarquía muy marcada. Benito Zambrano era jefe y yo remaba según lo que él me indicaba. No todos los escritores podrían.

Me cuesta muchísimo la jerarquía del cine porque escribes para otros

P.- ¿Te cuesta la jerarquía?

R.- Mucho. Me cuesta muchísimo porque escribes para otros. Te pagan por escribir lo que ellos quieren y no soy una buena mandada en este sentido. Prefiero la ficción controlada por mí, soy profundamente feliz escribiendo yo sola en mi casa.

P.- Debes ser de los pocos personajes públicos que no tienen whatsapp. Carlos Francino y tú.

R.- Hemingway decía que el enemigo de un escritor es el teléfono. Yo tengo un Nokia, no veo redes sociales, ni leo titulares y voy feliz por la vida. No hace falta tener ni móvil inteligente ni redes sociales.