In Juicy we trust. Es esa la frase que reza en el escenario cada vez que Cristina Vela (Sevilla, 1998) da un bolo. Y es que ya se ha demostrado que la escena urbana confía en Juicy Bae, la artista que se ha ganado su hueco en la industria a golpe de fusionar el flamenco con otros géneros como el trap, R&B, afrobeat y el soul. Formada desde los 3 años como bailaora, la sevillana se abrió camino en 2017 con el sencillo Smok wit u y el EP On My First Shifts, y desde entonces no ha dejado de crecer en el panorama confesándose con cada proyecto.
Aunque no sería hasta el año 2022 cuando la sevillana lanzaba su primer álbum, PTSD, una radiografía personal y oscura tras haber pasado por una relación tóxica. El elepé no solo destacaba por su sonido identitario entre la mezcla y la combinación, sino también por las colaboraciones que integraban Aleesha, La Joaqui, Taichu, Leïti Sene y Polimá We$tcoast. El sonido de Juicy queda encapsulado en temas como Malas Lenguas , en los que el flamenco consigue una sinergia con lo urbano.
Un año después llegaría Antes de Conocerte (Parte I: Premonición). En este proyecto surge una faceta ya conocida de la artista, la misma que protagoniza temas como PLUTO BAE y YEAHx12 / Bubbaloo — cortes de trap más tradicionales que, si bien cumplen su función, reinciden en los clichés del género y generan cierta impresión de marcha atrás. Además, su presencia contrasta de manera un tanto abrupta con los demás registros del álbum, que tienden más a superponerse que a transitar con fluidez entre sí.
'El Secreto' de Juicy Bae
En lo que a su música respecta, la artista se ha coronado con El Secreto, un álbum que bebe del pop y que explora otras vías líricas alejadas del trap que vio nacer a la cantante. En un ejercicio total para consolidarse como referente en España, Juicy BAE ha dejado de lado la elaboración de singles secundarios sólidos, esas canciones que, tras el primer éxito, daban impulso a los álbumes multiplatino del pasado. Si bien CUpido refleja una inclinación por lo melódico y emocional, El Secreto parece más una prueba que Vela realiza consigo misma, explorando posibilidades dentro del jazz y los sonidos acústicos, aunque sin desprenderse del todo de ciertas fórmulas anteriores.
Con una producción cuidada que combina lo orgánico del flamenco y el R&B con la contundencia del trap y el reguetón, el disco se presenta como un viaje de autodescubrimiento donde la voz de la artista, probablemente más desnuda y segura que nunca, guía al oyente por una narrativa de empoderamiento, vulnerabilidad y ruptura. Colaboraciones como las de Hoke, La Zowi o Villano Antillano, todas figuras de gran relevancia en la escena actual, enriquecen un trabajo que, lejos de buscar la fórmula fácil, apuesta por una coherencia emocional y sonora poco frecuente en el panorama urbano español.
Tras el éxito cosechado con El Secreto, la trapera ha regresado esta semana con Room 32, una canción que la consolida como una de las voces más singulares del urbano español. Aquí, la artista reimagina su concepto de libertad y soledad con una madurez nueva. Bases imponentes y coros celestiales acompañan su voz en este tema que irradia vulnerabilidad, fuerza y un aura propia difícil de imitar.