John Goodman ha vuelto a acaparar todos los focos, pero esta vez no solo por su talento, sino por una impresionante metamorfosis física. El actor de 73 años se presentó en el estreno de Los Pitufos en Los Ángeles con una imagen radicalmente distinta, tras perder más de 90 kilos desde que inició su camino hacia una vida más saludable a mediados de los años 2000.

John Goodman ha protagonizado uno de los regresos más impactantes de Hollywood, no en la pantalla, sino en la alfombra roja. El pasado 13 de julio, el veterano actor estadounidense asistió al estreno de Los Pitufos en Los Ángeles, donde da voz al icónico personaje de Papá Pitufo, y dejó a todos boquiabiertos con su figura visiblemente más delgada. Goodman, que a lo largo de su carrera fue conocido tanto por su carisma como por su corpulencia, ha perdido más de 90 kilos desde que comenzó una profunda transformación hace ya casi dos décadas.

Ataviado con un elegante traje azul marino, camisa blanca, corbata marrón y mocasines, Goodman no solo mostró su nueva silueta, sino también una renovada energía. A sus 73 años, el actor se mostró sonriente y enérgico, reflejo del esfuerzo físico y emocional que ha realizado desde que, en sus propias palabras, decidió que “quería vivir mejor la vida”.

El cambio no fue instantáneo ni fruto de una dieta milagro, sino de un proceso largo y consciente que comenzó alrededor de 2007. Fue entonces cuando dejó el alcohol y se enfrentó de lleno a sus hábitos poco saludables. En entrevistas pasadas, como la que concedió a la revista People en 2010, Goodman confesó que “era un desperdicio” seguir viviendo como lo hacía. “Se necesita mucha energía creativa para sentarse y pensar qué vas a comer a continuación”, reflexionaba entonces.

La batalla contra el sobrepeso no fue fácil. Durante años, el actor cayó en ciclos de adelgazamiento y recaídas. “Dejaba de comer, perdía 30 kilos, y luego me recompensaba con un six-pack de cervezas Bud”, relató en una entrevista con ABC News en 2016. “Y volvía a mis viejos hábitos”. Fue esa dinámica de autosabotaje la que lo empujó a buscar no solo un cambio físico, sino también espiritual.

“Creo que intentas llenar un vacío que no se puede llenar a menos que se llene con bondad, algún tipo de espiritualidad… no digo religión”, explicó Goodman en una conversación más reciente. “Sino simplemente con la creencia en algo superior a ti mismo, un propósito”.

Desde que inició su camino hacia la sobriedad, el actor también incorporó el ejercicio regular a su vida, con especial devoción por el boxeo. En 2023, reveló a Rolling Stone que su rutina favorita consiste en sesiones de una hora u hora y media de entrenamiento con guantes, sacos y trabajo de pies. “Es genial”, aseguró. Esa disciplina, junto con un cambio profundo en su relación con la comida y el alcohol, ha sido clave para mantener los resultados.

El proceso ha tenido también una dimensión emocional. En declaraciones pasadas, Goodman confesó lo duro que era enfrentarse al espejo en sus peores momentos. “Estoy harto, harto, harto de mirarme”, dijo cuando tenía 63 años. “Te afeitas frente al espejo y no quieres mirarte. Se vuelve peligroso”.

Hoy, sin embargo, el John Goodman que se presentó en el estreno de Los Pitufos muestra una imagen radicalmente distinta: más delgado, más vital, más centrado. Lejos de buscar una transformación superficial, el actor ha dejado claro que su cambio ha sido una cuestión de supervivencia y de autoconocimiento. “Simplemente dejé de comer constantemente”, resumió. “Antes, comía alcohol. Ahora, solo trato de estar bien”.

Aplaudido por su interpretación en Los Gemstones y por una carrera que abarca décadas de éxitos, Goodman se ha convertido en un ejemplo de cómo la perseverancia, la honestidad consigo mismo y el trabajo constante pueden revertir incluso los hábitos más arraigados. Su nueva figura es solo la parte visible de una transformación mucho más profunda: la de un hombre que decidió no rendirse.

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