La noche del jueves 11 de septiembre dejó huella en Antídoto Club. El protagonista fue J. Battle, joven artista urbano de Alcalá de Henares que, con un show eléctrico, confirmó el runrún que lo acompaña desde hace dos años: hay talento y hay rumbo. Su propuesta mezcla con naturalidad afrobeat, jerk y trap, con una ejecución en vivo que contagió a toda la sala y consolidó su estatus de promesa en ascenso. Antídoto, templo de la noche madrileña, fue un marco a la altura para un artista que ya suena en los radares de medios y plataformas.
Un directo sin frenos en Antídoto
Subió con energía y paso firme, alternando barras técnicas con estribillos coreables y cambios de BPM que viajaron del bounce al two-step sin perder el pulso. El público respondió con manos arriba desde los primeros compases, y el set —compacto y sin tiempos muertos— enfatizó lo que ya es su marca: rap fresco con oído pop y un radar encendido para los ritmos globales. Que la cita fuera en Antídoto no es casualidad: el club ha reforzado en los últimos tiempos su papel como plataforma de propuestas nuevas, con carteles que cruzan electrónica, bass y sonidos urbanos en espacios como Sala ART y sesiones propias.
Antídoto Club se ha consolidado como una de las noches más fuertes de Madrid, con programación de vanguardia y cruce de escenas: del drum & bass a la UKG, del funk carioca al rap made in Spain, en un entorno cuidado, con sonido a la altura y una comunidad fiel que llena jueves tras jueves. Su cambio de sede y expansión de aforo en 2024 reforzaron esa vocación de altavoz para propuestas con hambre de escenario. En ese contexto, programar a J. Battle es coherente: conecta con su público y encarna el espíritu “sin etiquetas” que el club defiende.
¿Quién es J. Battle (y por qué está en boca de todos)?
J. Battle (Juan Batalla) es un MC y cantante de 22 años nacido en Alcalá de Henares (Madrid). Se dio a conocer en la serie y álbum Make Bars Great Again y en MBGA2, y desde entonces ha ido sumando hitos: ganó el concurso #DROPABOMB2 de GRINDIN’, un empujón de credibilidad en la escena under; consolidó su identidad con el colectivo Holy Youth (junto a Neo KB, Hell6oy y Red Pray) y se movió con soltura entre rap de autor y nuevas corrientes urbanas.
En 2025 mantuvo el ritmo con el álbum conjunto mango sticky rice! junto a H. Rayiz y singles de guiño global como bounce it up!. Su paleta sonora bebe de Reino Unido y África: jerk, afro y amapiano aparecen citados entre sus referencias recientes, algo que ya dejaba caer en entrevistas y que en directo convierte en motor rítmico.
“Los 7 inetiquetables”: una tarjeta de presentación
El salto de visibilidad más reciente ha llegado con “Los 7 inetiquetables”, plataforma musical de Jack Daniel’s que impulsa a siete artistas que rehúyen las etiquetas obvias. GQ lo incluye en la selección —junto a nombres como Enry-K, Deva o María Blaya— y la propia marca enmarca la iniciativa en su apuesta por nuevas voces independientes. Ser parte de ese dream team no solo abre escaparates: sitúa a J. Battle en un circuito profesional de showcases, contenidos y alianzas que pueden acelerar su trayectoria.