Son las 16:00 horas y, pese a lo más de 30 grados que sacuden la capital, la fila de fans ya se extiende frente al WiZink Center. Camisetas de la selección argentina de fútbol, muchos brillos y purpurina y vestuarios dosmileros, algunos de lo que pasean alrededor o se toman algo refrescante en los bares de los aledaños son testigos del fenómeno mundial que cada vez es más potente. Cinco horas más tarde, a las 21:00 horas, Emilia aterrizaba en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid con su .Mp3Tour.
Vestida como una auténtica diva de los 2000, Emilia arrancaba su espectáculo non-stop con uno de los grandes éxitos de su último álbum, Exclusive, al que le siguieron Facts y el que fue su primer gran hit, Cuatro Veinte, cuyo estribillo fue coreado a pleno pulmón por sus seguidores. "Buenas noches, Madrid, ¿cómo están? Esto es el mp3 Tour, bienvenidos. ¿Están listos para la mejor noche de su vida?". Con tan solo estas palabras la estrella provocaba una gran ovación del público, la primera de muchas que llegarían a lo largo de la noche.
Precisamente, una de las grandes frases que han quedado grabadas a fuego entre sus fans es el ¿Tú crees en mí? que daba nombre a su primer álbum y que incluyó en algunos de sus temas. Claramente, el sold out del WiZink Center demostró que sí. La argentina se pasó el juego en la capital, y más literalmente que nunca. Las dos horas de espectáculo estuvieron diseñadas como niveles de un videojuego de los 2000. La cantante se convertía en la protagonista de unos breves vídeos y con sus triunfos iba avanzando en el juego. Con cada pantalla nueva, un vestuario nuevo, así hasta lucir cuatro diferentes.
No había transcurrido ni quince minutos cuando se daba respuesta a algunas de las preguntas que más se escuchaba en los pasillos del recinto antes del show: ¿Habrá artistas invitados? ¿Quiénes se subirán junto a Emilia? Nathy Peluso aparecía por sopresa sobre el escenario para interpretar Jet Set y el público no paraba de gritar; estaba en las apuestas de muy pocos. Los efectos visuales, luces y llamas acompañaron cada actuación, igual que lo hizo su gran equipo de bailarines, con el que la artista demostró una coordinación impecable.

En la primera hora de concierto tampoco faltaron otros éxitos como Intoxicao, Ojitos Verdes, Latin Girl o La Chain aunque, sin duda, una de las más coreadas fue Iconic. Las dimensiones del recinto permitieron que Emilia jugara con los espacios. La cantante desaparecía del gran escenario hasta aparecer en uno más pequeño, situado al final de la pista, rodeada de todo el público. Allí se vivió uno de los momentos más sentimentales, cuando se colgó la guitarra al hombro para interpretar Cielo en la mente.
"Qué alegría estar acá. Esta próxima canción es para todas esas personas que alguna vez nos hicieron dudar de nosotros mismos, que nos hicieron dudar de que vamos a ser capaces de conseguir aquello que tanto deseamos", decía, emocionada. Y es que, a lo largo del show, la cantante de No se ve reiteró lo lejos que se encontraba de casa y contó lo "casi imposible" que era convertirse en artista viniendo de una ciudad tan pequeña como Nogoyá, en la provincia argentina de Entre Ríos. Por ello, continuando con los agradecimientos y y de vuelta al escenario principal, Emilia expresaba su gran amor por Duki y el entrañable momento culminaba con la entrada del trapero en escena. El WiZink Center fue testigo de la complicidad de los argentinos durante la interpretación de Como si no importara y coreó cada una de las estrofas junto a ellos.
Cambio de vestuario y cambio de pantalla, llegaba una de las partes más conmovedoras del show. La puesta en escena se volvía sobria y tan solo quedaba un sillón en medio del escenario. Emilia tomaba asiento y hacía una pausa para mencionar a sus seres más queridos antes de interpretar 1000 km, que dedicaba a sus fans, y Guerrero, compuesta para su padre: "Está batallando una enfermedad y es mi mayor guerrero. Es difícil, pero se puede". La artista, que ya había avisado de que le iba a "costar especialmente" interpretarla esa noche, terminaba rompiéndose, pero las 17.000 personas la acompañaron con sus voces.
Llegaban los últimos 45 minutos de concierto y Emilia no quería dejar pasar lo que estaba ocurriendo unos kilómetros más allá. "Para mí es un honor cantar en Madrid hoy y les agradezco muchísimo porque muchos de ustedes eligieron estar este día tan importante en mi show. Les quiero decir que los amo y que los acompaño", decía la cantante, que más tarde sujetaría bien alto la bandera del Orgullo LGBTIQ+.

La nueva diva del pop argentina reservó otra sorpresa para el final y revolucionó el WiZink interpretando Los del espacio junto a Duki y Lit Killah. La recta final del show supuso el broche de oro a dos horas de espectáculo frenético gracias a sus mayores éxitos: La original, GTA y No se ve. El público sacó sus mejores pasos y acompañó a su musa en cada una de las coreografías, demostrando una vez más que lo de la generación TikTok no es una tontería.
Como diría la letra de la canción que tiene junto a Tini, Emilia puso "los dramas en off" de las 17.000 voces que corearon sin parar junto a ella durante dos horas y demostró por qué es considerada una de las nuevas estrellas del pop. ¿Será la próxima mujer en llenar el Bernabéu?