Durante años, el regreso de Agorazein fue uno de esos rumores que circulan de vez en cuando por redes sociales y foros musicales, una fantasía recurrente entre quienes crecieron escuchando Siempre o Kind of Red. Una posibilidad que siempre parecía lejana, casi incompatible con el presente de sus miembros, especialmente con la deriva artística y mediática de C. Tangana. Por eso, el anuncio ha caído como un pequeño terremoto en la escena musical española: Agorazein vuelve a subirse a un escenario por primera vez desde 2018.
Será una sola fecha, pero cargada de simbolismo. El 26 de noviembre de 2026, el colectivo madrileño celebrará su décimo aniversario con un concierto único en el Movistar Arena de Madrid. Las entradas se pondrán a la venta el martes 16 de diciembre a las 12:00 horas, y todo apunta a que volarán. No solo por la expectación acumulada, sino porque este regreso no se plantea como una gira ni como el inicio de una nueva etapa industrial, sino como un acontecimiento excepcional.
La reacción ha sido inmediata. En cuestión de horas, el anuncio acumuló cientos de miles de visualizaciones en X y superó el millón en Instagram. Un dato que confirma algo que a menudo se olvida cuando se habla de proyectos “del pasado”: Agorazein nunca se fue del todo. A pesar de que su último lanzamiento conjunto, Siempre, data de 2016, el grupo mantiene hoy cerca de 200.000 oyentes mensuales en Spotify, una cifra difícil de explicar solo desde la nostalgia.
AGZ Siempre. 10 años después. Madrid. FECHA ÚNICA. Entradas a la venta Martes 16 Diciembre 12:00 https://t.co/UXFDMDL252 pic.twitter.com/OscsDUzCDs
— Agorazein (@agz_oficial) December 14, 2025
El regreso reúne a la formación original: C. Tangana, Sticky M.A., Jerv.AGZ, I-Ace y DJ Fabianni. Cinco nombres que, juntos, dieron forma a uno de los colectivos más influyentes y singulares del rap español. Agorazein no solo fue una cantera de talento, sino un espacio creativo donde se rompieron códigos: letras introspectivas sin grandilocuencia, referencias culturales alejadas del canon clásico del hip hop y una mirada cruda, irónica y profundamente generacional sobre Madrid y la precariedad emocional de sus jóvenes.
C. Tangana ha acompañado el anuncio con un mensaje tan breve como elocuente: "siempre". No es casual. La palabra remite directamente al segundo y último álbum del grupo, Siempre (2016), un disco clave del que surgieron canciones como 100k Pasos o Planes, auténticos himnos de una época. Pero también funciona como una declaración de principios: por muy lejos que haya llegado su carrera en solitario, Agorazein sigue siendo el punto de origen.
La fecha supone, además, el regreso de Tangana a los escenarios tras el final de la gira Sin cantar ni afinar en septiembre de 2022. Desde entonces, su trayectoria ha tomado un rumbo cada vez más transversal. El éxito de El Madrileño lo consolidó como una de las figuras centrales de la música popular española, pero en los últimos años ha desplazado parte de su foco hacia el cine y el formato documental. Esta ambición desmedida (2023) mostró las entrañas de su mayor gira, y La guitarra de Yerai Cortés (2025) confirmó su ambición autoral, valiéndole dos premios Goya este mismo año.
Eso no significa que haya abandonado la música. Al contrario: recientemente ha vuelto a dominar las listas en España con Droga, junto a Mora. Sin embargo, su presencia parecía más intermitente, menos ligada a la lógica tradicional de los discos y las giras.
Pero reducir este regreso al “retorno de C. Tangana” sería injusto. Agorazein fue mucho más que el trampolín de una estrella. Fue un proyecto colectivo que entendió antes que nadie que el rap español podía ser vulnerable, cotidiano y estéticamente ambicioso sin perder autenticidad. Su influencia se percibe hoy en buena parte de la escena urbana, incluso entre artistas que no compartieron generación ni contexto con ellos.
Diez años después de su último gran disco, Agorazein vuelve sin prometer nada más que lo esencial: reencontrarse con su público y reivindicar una historia que sigue resonando. No como reliquia, sino como recuerdo vivo. Y eso, como escribió Tangana, es para siempre.