Hace 129 nacía en Nueva York Julius Henry Marx. Es posible que el nombre no sea demasiado familiar, pero si al apellido le colocamos delante Groucho cambia el asunto. Por aquel entonces nadie sabía que estaban ante uno de los mayores genios de la comedia del siglo XX y, con absoluta probabilidad, de toda la historia.

Groucho Marx fue el cuarto de seis hermanos, con los que, años después, compartiría escenario en la gran pantalla y conformaran a los inolvidables Hermanos Marx – Manfred, Chico y Harpo primero y Zeppo y Gummo después -. Pero antes de conquistar Hollywood, Julius se dedicó al noble arte de la canción, por supuesto junto a dos de sus hermanos.

Los tres recorrían los teatros llevando números musicales consigo hasta que Paramount lo descubrió. Harpo tenía un idilio con la música, por lo que podía tocar cualquier instrumento, aunque se centraría en el harpa – de ahí su nombre artístico -. Entre tanto, Groucho y Chico tomaron los caminos de la guitarra y el piano respectivamente.

Los espectáculos cautivaron a Paramount, que apostó por ellos para asaltar la escena hollywoodiense y lo hicieron con creces. Se convertirían, con el paso del tiempo, en uno de los grupos cómicos más importantes de la historia, en especial Groucho, Chico y Harpo, pues son ellos los que aparecen en todas y cada una de sus películas. Zeppo, en cambio, decidió abandonar las artes escénicas para dedicarse a otro oficio.

Los Hermanos Marx registraron hasta 15 películas con tres de ellos - como mínimo - en el reparto. Entre sus filmes más recordados se encuentra Los cuatro cocos (1929), Una noche en la Ópera (1935), Los Hermanos Marx en el Oeste (1940), Un día en las carreras (1937), El hotel de los líos (1938) o su obra magna y considera entre las 100 mejores películas de la historia, Sopa de ganso (1933).

Personaje inolvidable

Ataviado con una levita negra y caracterizado con un voluminoso bigote de pega, gafas redondas, unas cejas superpobladas, también de pega, y su inagotable habano. Julius Henry consiguió crear un personaje perfecto, icónico y que ha servido de inspiración a infinidad de humoristas a lo largo de la historia.

La conjunción no hubiese sido tan perfecta sin que estuviera salpimentada por su ácido y fino sentido del humor y sin su cuasi inverosímil capacidad para la improvisación. De hecho, durante las obras de teatro, sus hermanos siempre alteraban el guion establecido para pillar a Groucho, pero él tenía respuestas inmediatas e ingeniosas para todo. Una fuente inagotable de humor.

Como resultado de este ingenio y su improvisación, Groucho no sólo dejó un legado de grandes actuaciones delante de las cámaras con sus hermanos, sino que dejó una lista infinita de frases que han perdurado a lo largo del tiempo:

  • Damas y caballeros, estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros
  • Si eres capaz de hablar sin parar, al final te saldrá algo gracioso, brillante e inteligente
  • Fuera del perro un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer
  • Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado
  • Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien
  • Nunca pertenecería a un club que admitiera como miembro a alguien como yo
  • El matrimonio es la principal causa del divorcio
  • Sólo hay una manera de descubrir si un hombre es honrado… preguntárselo. Si responde que sí, es un farsante
  • El secreto del éxito se encuentra en la sinceridad y la honestidad. Si eres capaz de simular eso, lo tienes hecho
  • La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados