Susurros entre bambalinas, mensajes crípticos y una tensión creciente en redes. Pero ha sido Abhir quien ha explotado la burbuja con un tema demoledor: Lealtad.
Lo que parecía un regreso musical tras su etapa Brown Boy, se ha convertido en una denuncia pública con nombre, rostro y secuelas. En Lealtad, Abhir arremete sin rodeos contra su exmánager, Ramiro Quai —también conocido como Ramiro McTersse—, a quien acusa de traición, manipulación emocional y de haberse quedado con los beneficios de su gira completa. Lo hace en forma de canción, pero también a través de un videoclip cargado de símbolos: desde una taza con el logo de Step Family hasta una polaroid donde su propia cara aparece tachada.
Págame lo que me debes, hijo de la gran p*ta
No es una frase sacada de contexto. Abhir ya había dejado pistas de su conflicto en el outro de Slide, tema que lanzó hace dos meses junto a Recycled J. Al final del track, se escucha: “Págame lo que me debes, hijo de la gran pta, que te lo gastas en ptas, en dr*ga y en muchas cosas…”.
Era solo el prólogo. Lealtad ha llegado como una descarga eléctrica para el ecosistema musical. Con una estética narrativa en su videoclip, Abhir representa a un agente inmobiliario que visita una casa y encuentra el símbolo de su desencanto: una taza de Step Family, la agencia que lo representó y, según su relato, lo dejó sin lo más básico: el fruto económico de su trabajo.
Ramiro Quai, Step Family y el método del “trato familiar”
Ramiro fundó Step Family en 2022 como una agencia de representación alternativa, con un discurso basado en la cercanía, el respeto artístico y los vínculos afectivos. Pero según denuncian ahora varios artistas, ese “ambiente de familia” habría servido para condicionar decisiones contractuales y garantizar lealtades ciegas… que no siempre se tradujeron en transparencia económica.
Cypher, también representado por Step Family, ha declarado que la agencia le debe 6.000 euros de un contrato con una marca. Pero el caso de Abhir va más allá: voces cercanas aseguran que ha perdido todo el dinero generado durante la gira de Brown Boy. Un año de trabajo, videoclips, conciertos, técnicos, músicos… y ningún retorno económico.
La pregunta que lanza el propio artista en imágenes es clara: “Si yo no he cobrado… ¿cómo he pagado a mi equipo?”. En juego no solo está el dinero, sino la estabilidad de todo un engranaje profesional.
Kyotto y otros artistas también se pronuncian
Tras la publicación de Lealtad, Kyotto fue uno de los primeros en reaccionar: “Yo también lo sufrí durante 3 añitos. Ramiro Quai siendo una puta rata oportunista”. El tuit se ha viralizado, y otros artistas como Cypher han comenzado a contar su experiencia en Twitch. De la noche a la mañana, el relato de Abhir ha destapado un efecto dominó de testimonios, sospechas y decepciones compartidas.
Diría que me sorprende pero yo tmb lo sufrí durante 3 añitos.
— KYOTTO / KYKY (@YOUNG__KYOTTO) June 12, 2025
Ramiro Quai siendo una puta rata oportunista. https://t.co/7zhxbq4egc
Entre los nombres que han pasado por Step Family están Eazyboi, Delaossa, Dora Black, Saske, Cupido… una constelación del urbano español cuya relación con la agencia ahora queda bajo la lupa.
El giro inesperado: cierre repentino y materiales retenidos
Según diversas informaciones, Step Family habría cerrado de forma abrupta, dejando material de estudio y equipo técnico en sus oficinas sin devolverlo a los artistas. La agencia, además, habría retenido parte del dinero generado por eventos y acuerdos comerciales.
Ramiro Quai —quien también ha trabajado como productor en Mayumana, Cirque du Soleil o programas de RTVE como ATRVPADXS y Bandera Negra— está ahora en el epicentro de una crisis reputacional que ha pasado del susurro al escándalo abierto.
Una traición que no es solo económica
En sus canciones, Abhir siempre ha reivindicado la lealtad, la familia y la honestidad. Las fotos que ahora circulan con Ramiro a su lado, incluso con sus abuelos, duelen más por lo que simbolizan que por lo que muestran. La caída no es solo profesional: es personal. Lo que se prometía como un vínculo artístico “de confianza” se ha convertido, en palabras del propio artista, en una puñalada por la espalda.
El caso está lejos de cerrarse. Pero Abhir ha hecho lo que muchos temen: romper el silencio. Y lo ha hecho con ritmo, con crudeza y con una intención clara: que nunca más le vuelvan a vender “familia” para quedarse con lo suyo.