Con la llegada del buen tiempo, las fresas vuelven a ocupar un lugar destacado en la cocina. Ya sea en postres, ensaladas o simplemente como tentempié, esta fruta es tan versátil como deliciosa. Pero, antes de consumirlas, es importante asegurarse de que estén bien limpias.

Aunque enjuagarlas bajo el grifo pueda parecer suficiente, expertos consultados por el portal gastronómico Delish y por MasterClass coinciden en que hay alternativas más efectivas para eliminar residuos de tierra, pesticidas o posibles insectos. A continuación, repasamos los cinco métodos más utilizados para limpiar fresas frescas de manera segura y sencilla.

El centrifugador de ensaladas

Uno de los consejos más prácticos es utilizar una centrifugadora de ensaladas. Este aparato permite enjuagar las fresas con agua, escurrirlas bien y luego secarlas cuidadosamente. Secarlas correctamente es fundamental para evitar que se deterioren rápidamente.

Agua fría

El método más simple sigue siendo el uso de agua natural. Según MasterClass, lavar cada fresa individualmente bajo agua fría y luego secarlas con un paño o papel es suficiente en muchos casos. También se puede optar por dejarlas en remojo en un bol con agua por unos minutos antes de secarlas.

El vinagre blanco

Entre los métodos más populares destaca la mezcla de agua con vinagre blanco. Delish y varios usuarios en redes sociales recomiendan preparar una solución con tres partes de agua y una de vinagre, dejar las fresas en remojo entre 15 y 20 minutos, y luego enjuagarlas con agua limpia antes de secarlas. Algunos incluso añaden sal para potenciar el efecto limpiador.

Bicarbonato sódico disuelto

Otra opción es el uso de bicarbonato de sodio. Aunque no todos están convencidos de sus resultados —en especial por el sabor que puede dejar—, MasterClass sugiere disolver una cucharadita de bicarbonato en cuatro tazas de agua, remojar las fresas durante cinco minutos y luego enjuagarlas bien.

El agua con sal

También se puede emplear sal como agente limpiador. Una cucharadita de sal por taza de agua tibia puede ayudar a eliminar impurezas si se dejan las fresas en remojo durante unos cinco minutos antes del enjuague.

Elegir el método dependerá de las preferencias personales y del uso que se le quiera dar a la fruta. Lo fundamental es recordar que una buena limpieza no solo mejora el sabor, sino que también protege la salud.

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