Desde principios de junio, el Zoo de Barcelona aplica un plan especial para que sus animales soporten mejor las altas temperaturas. Entre las medidas destaca la incorporación de helados en la dieta de muchas especies, con el objetivo de mantener su hidratación.

El director del centro, Sito Alarcón, explicó que estos helados se preparan con ingredientes adaptados a cada animal: desde gusanos y verduras hasta frutas, zumos y caldos congelados. Además, se han incrementado los cambios de agua y la ventilación en los recintos.

Un chimpancé del Zoo de Barcelona
Un chimpancé del Zoo de Barcelona. EP.

Menús adaptados a cada especie en el Zoo de Barcelona

Los chimpancés reciben combinaciones de sandía, manzana y pepino congelado, así como zumos encapsulados en tramos de manguera donados por los Bombers de Barcelona. Este formato no solo les refresca, sino que les obliga a ingeniárselas para conseguir el alimento, estimulando su comportamiento natural.

En el caso de las jirafas, los helados se elaboran sobre todo con manzana y zanahoria, y se colocan suspendidos a la altura de su cabeza. Así se imita la forma en que se alimentan en la naturaleza, cuando buscan hojas y ramas en los árboles más altos.

Unas aves del Zoo de Barcelona
Unos flamencos del Zoo de Barcelona. EP.

Adaptación al clima de Barcelona

Aunque especies como los chimpancés y las jirafas están acostumbradas a temperaturas elevadas, el Zoo busca aumentar su “bienestar animal” tanto con la alimentación como con las instalaciones.

Alarcón aseguró que todas las especies presentes en el centro pueden vivir sin problemas en Barcelona: “El clima que tenemos actualmente en Barcelona es un clima bastante benigno. De hecho, aquí dentro siempre tenemos dos o tres grados de confort más que fuera”.

Perrito de la pradera de Zoo de Barcelona. EP.
Perrito de la pradera de Zoo de Barcelona. EP.

Preparados para el cambio climático

El protocolo se ha ido adaptando en los últimos años. Según Alarcón, en 2023 se activó antes de lo previsto debido a una ola de calor temprana. “Estamos viviendo las consecuencias del cambio climático. Cada vez tendremos situaciones más extremas, con más lluvias y periodos de calor, y el zoo está preparado para ello”, afirmó.

Además de cuidar a los animales, el centro también ha tomado medidas para mejorar la experiencia de los visitantes, como ampliar las zonas de sombra e instalar pulverizadores de agua.

Primeras crías de lagartija pitiusa en cautividad

En paralelo a estas medidas de verano, el Zoo de Barcelona participa en un proyecto de conservación de la lagartija pitiusa (Podarcis pityusensis) junto al Govern balear. En julio nacieron las primeras 12 crías en cautividad dentro de esta iniciativa, procedentes de cinco puestas incubadas durante 42 días.

El programa busca preservar esta especie endémica de Ibiza y Formentera, amenazada por la introducción de serpientes invasoras, mediante la creación de poblaciones estables fuera de su hábitat natural. Para ello, el mes pasado se capturaron 17 ejemplares sanos y con diversidad genética —diez de Ibiza y siete de Formentera— que se trasladaron al Zoo para iniciar la cría.

La directora general de Medio Natural y Gestión Forestal, Anna Torres, señaló que “iniciativas como estas permiten trabajar en la viabilidad de las repoblaciones con esta especie”. Además, avanzó que este año se habilitarán cuatro refugios en las Pitiusas, protegidos contra serpientes y con recursos suficientes para el desarrollo de las lagartijas.

Imagen de una largatija nacia en el Zoo de Barcelona
Imagen de la lagartija nacida en el Zoo de Barcelona. EP.

Las crías, con un peso inicial de entre 0,6 y 0,8 gramos, fueron identificadas por el personal del Zoo y trasladadas a terrarios adaptados, donde han mostrado una rápida adaptación y buen estado general, según Tomàs Bosch, jefe del Servicio de Protección de Especies del Govern.

Este proyecto forma parte del convenio firmado en 2024 entre la Conselleria balear y la Fundación Barcelona Zoo, y se suma a otras acciones de conservación como la cría en cautividad del ferreret (Alytes muletensis). También incluye estudios científicos sobre la ecología, genética y conservación de la lagartija pitiusa, con la participación de entidades especializadas como la Asociación Herpetológica Española, el Creaf, el Cofib y personal técnico del Govern y del Zoo.

La especie fue catalogada como “vulnerable” en 2023 en el Catálogo Balear de Especies Amenazadas, junto con la lagartija balear (Podarcis lilfordi), debido a la presión de especies invasoras.