Tener la casa llena de ropa colgada en invierno es habitual, pero también una fuente de frustración: tarda días en secarse y a veces incluso acaba oliendo a humedad. Según un reciente artículo de EnergoZrouti.cz, muchos hogares cometen el mismo error al usar el tendedero: llenarlo al máximo.
Colocar las prendas muy juntas impide que el aire circule entre ellas, lo que ralentiza el secado y aumenta la humedad del ambiente. El resultado es ropa que no llega a secarse del todo y que puede acabar con olor a moho.

El truco para tender la ropa que cambia todo
La clave para un secado más rápido es justo la contraria a lo que la mayoría hace. Cuanta más separación haya entre las prendas, más fluye el aire y más rápido se evapora la humedad. Por eso, tender menos ropa y dejar espacio entre cada prenda es la forma más efectiva de conseguir que se seque el doble de rápido.
Las telas gruesas, como los vaqueros o las toallas, deben tener más espacio entre sí, mientras que las piezas pequeñas pueden colgarse algo más cerca. Además, conviene situar el tendedero en un lugar con buena ventilación, preferiblemente cerca de una ventana o con un ventilador que ayude a mover el aire.

Dónde colocar el tendedero
Otro error frecuente es poner el tendedero junto a una fuente de calor o en zonas húmedas como el baño. El calor directo del radiador puede dañar las fibras del tejido, y la falta de ventilación impide que la ropa seque bien. Lo ideal es ubicarlo en una habitación bien aireada o cerca de una corriente de aire natural.
Para facilitar el proceso, los expertos recomiendan usar un tendedero amplio o extensible. De ese modo, se puede colgar más ropa sin amontonarla. Si no se dispone de mucho espacio, los modelos verticales o de varios niveles son una buena alternativa, ya que permiten aprovechar la altura sin comprometer la ventilación entre las prendas.
Los tendederos modernos suelen estar fabricados con materiales más resistentes, por lo que soportan mejor el uso frecuente y no se deforman con el peso de la colada.

Pequeños ajustes que aceleran el secado
Además del espacio, el centrifugado de la lavadora influye mucho en el tiempo de secado. Si se ajustan las revoluciones entre 1.200 y 1.400 por minuto, se elimina gran parte del agua antes de tender. Sin embargo, en tejidos delicados como la seda o la lana conviene reducir la velocidad para evitar daños.
También ayuda lavar la ropa separando los tejidos por tipo y grosor: las prendas más pesadas, como toallas o sábanas, necesitan más centrifugado que las ligeras.

Una solución sencilla y efectiva
El truco es simple: menos prendas y más espacio entre ellas. No requiere aparatos ni gasto extra de energía, solo un cambio de costumbre. Según quienes lo aplican, el resultado es evidente: la ropa se seca antes, huele mejor y el tendedero deja de ser un elemento permanente en casa durante todo el invierno.
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