Las polillas de la comida son una plaga común en muchas cocinas. Aunque su presencia suele pasar desapercibida al principio, una vez instaladas pueden multiplicarse rápidamente y contaminar alimentos almacenados. Existen, sin embargo, soluciones caseras eficaces para evitar que estos insectos se conviertan en un problema recurrente.
Las polillas de despensa, también conocidas como polillas de los alimentos, suelen introducirse en los hogares a través de productos secos como harinas, cereales o frutos secos. Una vez en la cocina, anidan en rincones oscuros y cálidos de armarios y alacenas, donde pueden poner decenas de huevos.
Para combatirlas, expertos en control de plagas domésticas y organizaciones de consumidores recomiendan medidas preventivas y algunos remedios naturales que pueden aplicarse fácilmente en casa.
El aceite de árbol de té
Uno de ellos es el aceite de árbol de té, conocido por sus propiedades repelentes frente a diversos insectos. Basta con colocar unas gotas en un algodón o paño dentro de los armarios. También puede utilizarse diluido en agua para limpiar las superficies de la despensa.
El olor a cedro
El cedro es otra alternativa natural muy valorada por su aroma persistente, que resulta desagradable para las polillas. Se puede emplear en forma de pequeñas piezas de madera o bloques que se colocan entre los alimentos almacenados o dentro de bolsas de tela.
Las hojas de laurel
Otro método tradicional es el uso de hojas de laurel, cuyo olor fuerte actúa como barrera natural. Es recomendable repartirlas por las esquinas de la despensa o dentro de recipientes de alimentos abiertos. Para mantener su eficacia, se deben renovar con regularidad.
El vinagre como una solución higiénica y limpia
Por último, el vinagre ofrece una doble función: limpieza e higiene. Una mezcla a partes iguales de vinagre y agua sirve para limpiar a fondo estantes y cajones, eliminando tanto restos de alimentos como olores que puedan atraer a las polillas. También puede dejarse un recipiente pequeño con vinagre dentro del armario como método disuasorio.
Estos métodos caseros, si se aplican de forma constante y combinados con una adecuada conservación de los alimentos —como el uso de envases herméticos—, pueden ser claves para mantener la cocina libre de esta molesta plaga.
