El bronce es un material que todavía está presente en nuestras vidas a través de elementos decorativos o antigüedades. También en llaves, relojes, candelabros o joyas. Y es que se trata de un metal que, a pesar de ser económico, es muy resistente y de buena calidad. Sin embargo, con el tiempo estos se ensucian y pierden su brillo metálico tan característico. Su tono anaranjado natural empieza a coger una capa verdosa o incluso ennegrecida que da un halo de suciedad al objeto.

Por eso es importante saber cómo limpiar tus artículos de bronce para que duren mucho más años sin dañarse o perder sus propiedades. Si ya te hemos contado los cinco trucos para limpiar el cobre en casa cuando se pone verde o negro, ahora en ElPlural.com te explicamos los mejores consejos caseros para dejar tus piezas de bronce como el primer día.

Cómo limpiar el bronce

Aunque hay muchos productos en los supermercados que puedes comprar para limpiar este material, no son estrictamente necesarios los químicos para dejar tus objetos de bronce tan relucientes como cuando los compraste.

Como ya hemos explicado en otras ocasiones, lo mejor es optar por productos naturales y domésticos. Es decir, aquellos que seguro que ya tienes por casa y no sabías que puedes usar como método de limpieza.

En primer lugar es importante que compruebes que tu pieza realmente sea de bronce ya que muchos trucos no funcionan si se trata de objetos de metal chapado, bañado o revestido. Para ello solo necesitarás un imán. Si colocas este delante del artículo y lo atrae, probablemente sea latón o cualquier otro metal. Por el contrario, si lo acercas a tu pieza y esta no lo atrae, sí se tratará de bronce.

Una vez has comprobado esto, ya puedes seguir estos trucos:

  1. Jabón y agua. Las piezas que están sucias de forma superficial se pueden limpiar únicamente con jabón neutro y agua. Si tras enjuagarlo con intensidad y pulirlo este sigue manchado, ya puedes optar por algunos de los siguientes productos caseros.
  2. Kétchup. El kétchup o la salsa de tomate es un gran limpiador contra el óxido. Así, aplica un poco sobre toda la superficie y frota con energía con una esponja o paño haciendo movimientos en círculos. Enjuaga, seca y listo.
  3. Coca Cola. Ya sabemos que dejar tornillos o monedas en esta bebida durante algunas horas puede hacer que la suciedad desaparezca. Así, pon tu objeto en un recipiente con Coca Cola o humedece una esponja y frota con intensidad.
  4. Vinagre. El vinagre blanco es un aliado para la limpieza. Si además lo juntas con sal ya es la mezcla perfecta. Junta en un recipiente una parte de vinagre con agua y añade una cucharada de sal. Aplica esta solución por toda tu pieza de bronce.
  5. Amoníaco. Lo mismo pasa con el amoníaco. Así, puedes sumergir el objeto en un bote con una parte de amoniaco por otra de agua. Tras dejarlo reposar unas horas, enjuaga y seca. Si todavía queda algo de suciedad, puedes volver a hacer la mezcla y añadir limón y un poco de vinagre. Déjalo unos 10 minutos y verás cómo sale reluciente.
  6. Bicarbonato. Ya hemos explicado en otras ocasiones que el bicarbonato de sodio es perfecto para limpiar. Para ello, hierve durante 30 minutos tu pieza en un litro de agua con una cucharada de bicarbonato. Tras esto, enjuaga y seca. Para darle un plus de brillo, puedes mezclarlo con limón en un poco de agua templada y aplícala con una balleta por toda la superficie.
  7. Vino blanco. Además de ser una buena bebida, el vino blanco es una gran solución para limpiar el bronce. Calienta un vaso de vino hasta que esté templado e introduce tu objeto dentro. Déjalo reposar y limpia con un trapo.

Con estos pocos productos puedes dejar tus piezas perfectas como el primer día. Solo necesitas artículos naturales que ya tienes en casa y unos cuantos minutos para devolver el brillo a tus joyas o elementos decorativos de bronce.