Hablemos del turrón, un dulce navideño típico de España con siglos de historia. Aunque su origen es todavía motivo de debate, una de las teorías más aceptadas asegura que llegó a la península ibérica durante la invasión musulmana en la Edad Media, ya que el turrón comparte similitudes con otros dulces de almendra y miel tradicionales de la gastronomía árabe. En nuestro país, este manjar es especialmente popular durante la Navidad, y lo asociamos instintivamente a las reuniones familiares, a la celebración de estas fiestas y a deliciosas comidas y cenas.

De un tiempo a esta parte, con la llegada de diciembre, las luces adornando las plazas y las calles, los regalos y el jolgorio navideño, surge una gran disputa entre dos preciosos pueblos españoles que reivindican su título de 'cuna del turrón': el municipio extremo de Castuera y la localidad alicantina de Jijona, la más conocida en cuanto a turrones se refiere. No obstante, no hay que menospreciar a Castuera, pues los maestros artesanos llevan elaborando recetas exquisitas de turrón desde hace cientos de años.

Castuera: siglos de tradición 'turronera'

El turrón de Castuera esconde tras de sí una rica historia y una tradición que data del siglo XVII. Su legado, profundamente arraigado en la cultura local, se ha mantenido vivo gracias a la preservación de técnicas y recetas antiguas, como así lo atestigua el Museo del Turrón de Castuera. Allí se recoge también la historia del turrón de esta región que pudo haber comenzado siglos antes, en el siglo VIII, gracias a la influencia de los árabes que habrían introducido la fórmula original.

En este pintoresco municipio extremeño, cuatro empresas se dedican con esmero a la elaboración del turrón, manteniendo la autenticidad y la calidad que caracteriza a este producto. Y, a pesar de que Castuera no cuenta con una Denominación de Origen Protegida, como otros productos extremeños, la calidad de su turrón es indiscutible. Por tanto, los productores locales se han marcado como objetivo conseguir dicha denominación. 

Las calles de Castuera durante la temporada navideña se impregnan de los aromas de almendra, miel, azúcar y huevo, creando una atmósfera de cuento navideño. Sin embargo, el turrón de Castuera no solo se disfruta en Navidad, sino también en las Ferias y Fiestas locales, reflejando su arraigo cultural en Extremadura.

Mucho más que la 'cuna del turrón' extremeña

Vista panorámica del pueblo extremeño de Castuera. Mancomunidad de la Serena

Castuera, situado en la provincia de Badajoz, es un destino encantador que ofrece a sus visitantes una mezcla única de cultura, historia y naturaleza. Este pueblo, aunque menos conocido que otros destinos turísticos españoles, guarda en sus calles y paisajes una riqueza cultural y natural que merece ser descubierta. Además, del Museo del Turrón, es interesante hacer una visita a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, una imponente construcción que data del siglo XV, siendo una parada obligatoria para apreciar el patrimonio histórico del pueblo.

Este pueblo también es conocido por su impresionante entorno natural, ideal para los amantes de las actividades al aire libre. Los visitantes pueden explorar las rutas de senderismo que atraviesan los paisajes de la Sierra de Tiros y disfrutar de la rica biodiversidad de la zona. Para los interesados en la observación de aves, la cercana Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Embalse de la Serena ofrece oportunidades excepcionales para avistar especies únicas en un entorno natural sobrecogedor.

Jijona, epicentro del turrón por excelencia

Por supuesto, no se puede hablar de turrón sin mencionar a Jijona. Este municipio alicantino, aunque no posee la Denominación de Origen, sí cuenta con la Indicación Geográfica Protegida, al igual que el turrón de Alicante. En Jijona también existe un Museo del Turrón, que celebra su historia y tradición en la elaboración de este dulce navideño. Se cree que su producción empezó en el siglo XV, durante el reinado de Carlos V, llegando a ser un postre muy popular entre la nobleza. 

La elaboración del turrón de Jijona ha evolucionado de manera similar a otras regiones, incorporando ingredientes como el azúcar y el huevo a la almendra y la miel tradicionales. En su producción, se utiliza el boixet, una máquina para mezclar los ingredientes con calor después de triturar la almendra. El mestre terroner (maestro turronero) es el encargado de controlar la temperatura y determinar cuándo el turrón está listo. 

Para que entendamos mejor el proceso de elaboración, el boixet se puede describir como un tipo de mortero industrial que prepara la mezcla inicial. Luego, el maestro turronero interviene con su 'pala' para remover la masa hasta que alcanza el espesor adecuado para empezar a 'arrematar'. En la jerga del oficio, 'arrematar' es el término que se utiliza para indicar el final del proceso de elaboración.

Lo que esconde Jijona tras el turrón

Vista panorámica del pueblo alicantino de Jijona.

Además del turrón, Jijona cuenta con un patrimonio histórico y cultural envidiable. El Castillo de la Torre Grossa, una fortaleza del siglo XI, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y sus alrededores. Pasear por el casco antiguo de Jijona es otra actividad que no debe faltar en el itinerario de cualquier visitante. Aquí, se pueden admirar edificaciones históricas, iglesias antiguas como la Iglesia de Santa María, y plazas acogedoras que invitan a relajarse y disfrutar del ambiente agradable que envuelve el municipio.

Asimismo, Jijona se encuentra en una región de gran belleza natural, rodeada de montañas y valles que ofrecen excelentes oportunidades para el senderismo y el contacto con la naturaleza. Por tanto, este hermoso pueblo no es solo un destino indispensable para los turistas gastronómicos, también lo es para aquellos que buscan una experiencia cultural auténtica en la provincia de Alicante.

Turrones de todo tipo y para todos

Con el paso del tiempo, la variedad de turrones se ha expandido considerablemente. Ahora se encuentran turrones de chocolate, frutas, yema tostada y muchos otros sabores, adaptándose a los gustos modernos y a la innovación culinaria.

Además, el turrón no solo se disfruta en España, sino que también es un producto de exportación valorado en muchos países, llevando consigo un pedazo de la historia y la cultura española alrededor del mundo.