Roger Gual y Julio Walowitz, hasta entonces publicistas, y les granjeó dos premios Goya, era perfecta, en sus elementos, para versionarse como obra de teatro, por el peso de sus diálogos, la fuerza del trabajo actoral en su factura y sus escasos escenarios.Ha sido el propio Gual quien ha subido, quince años después, aquella tragicomedia a las tablas del Teatro Kamikaze de Madrid, en el que ya es uno de los montajes más interesantes en lo que va de temporada. Aquel reparto de 12 actores de la película se reduce ahora a 6, con un elenco de grandes nombres que están, además, espléndidos uno a uno: Secun de la Rosa, Miki Esparbé, Pepe Ocio, Manolo Solo, Manuel Morón, que ya tuvo un papel en la película, y Edu Soto, especialmente soberbio en su interpretación.
Suele ocurrir por el camino inverso. No hay más que echar un vistazo a la cartelera española actual, con Toc, toc o La llamada trasplantándose a la gran pantalla tras años de éxito en el escenario teatral. Pero la película Smoking room, para muchos un cult film del cine español de la pasada década, que supuso el debut en el cine de
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Smoking room', los antihéroes van a la oficina

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