Si uno se da un paseo por el Madrid actual es fácil contemplar las diferencias socioeconómicas entre barrios, entre lugares que históricamente han sido la cuna de familias más pudientes como el Barrio de Salamanca o Serrano -donde su localizan algunas de las tiendas de lujo de la capital- o Vallecas, por poner solo un ejemplo, donde desde su gente hasta su equipo de fútbol, todos tiene por lo general una clara conciencia de clase y han sido ejemplo de lucha durante décadas.

En este caso os traemos una bonita historia, cuyos efectos están todavía presentes a día de hoy y se pueden visitar en un día. Se trata de las colonias de Madrid en las que profesionales de determinados gremios se asentaron, haciendo de este lugar su familia al encontrarse entre iguales. En definitiva, fueron lugares destinados a personas que se dedicaban a un trabajo concreto y que se agruparon en un lugar que, por otro lado, a veces puede sorprender.

Decimos que puede resultar llamativo porque uno de esos sitios, de los que la cuenta secretosdemadrid se ha hecho eco y que ElPlural.com ha encontrado buceando un poco en la web, se localiza precisamente en la Guindalera, en el distrito de Salamanca a escasos metros de la Plaza de Toros de Las Ventas. En su caso, tal y como explica la cuenta, se trata de una colonia que sirvió al gremio de los carteros.

Pero, para poner al lector en situación, hay que explicar que estos lugares se levantaron a partir de 1921 después de que varias cooperativas se pusieran en marcha para asegurar viviendas dignas a las clases más modestas. En este año concreto llega la 2ª Ley de Casas Baratas, con la que se emplaza a levantar hogares destinados a trabajos muy concretos, en este caso es el de los carteros, pero se encuentran otros casos llamativos en Moratalaz -para el gremio de los Ferroviarios- o en Carabanchel, destinado al de la prensa. Todos ellos son sitios igualmente visitables.

El que nos concierne cuenta con más de cien viviendas, de las cuales solo dos se mantienen intactas; y disponían de unos 60 metros cuadrados de superficie -aunque en algunos casos se han añadido pisos- y en aquella época costaba unas 16.000 pesetas, un precio bastante asequible si se tiene en cuenta que el precio anual de los carteros rondaba las 3.000 pesetas. Algo que destaca la cuenta, un “elemento muy llamativo en esta Colonia de los Carteros es que muchas de sus casas están rematadas por unos tabletes flamencos que parecen más propias de una ciudad belga u holandesa”. El proyecto corrió a cargo del arquitecto español Enrique Martí Perla.

En los comentarios destacan que mantenerlos costó la “lucha que muchos profesionales y organizaciones” presentaron contra el alcalde Juan de Arespacochaga, entre ellos el arquitecto Juan López Jaén durante la década de los 70.

Colonia de la Prensa

Como no podía ser de otra manera, también queremos dedicar un espacio en este artículo a la Colonia de la Prensa. En su caso, ubicada en Carabanchel, fue construida entre 1913 y 1916 según un diseño del arquitecto Felipe Mario López Blanco, aunque las últimas se acabaron de construir en 1921. Dicha colonia estaba destinada a escritores y periodistas de la agrupación profesional ‘Los Cincuenta’ con el objetivo de urbanizar los terrenos existentes entre los ‘dos Carabancheles’ -Alto y Bajo-. En la actualidad todavía se puede disfrutar de su espectacular entrada y algunos de sus 65 chalets originales.

Arquitectura modernista, ecléctica y art decó con verjas de hierro forjado, decoración de cerámica, revocos o molduraciones de ladrillo son protagonistas de una serie de hotelitos e incluso de los bloques que después sustituyeron a los hoteles originales debido a la especulación urbanística de los años 80. El pórtico de entrada -que luce en la imagen principal de este artículo-, imponente, deslumbra a todo aquel que pasa por el lado del edificio.

Colonia de los Ferroviarios

Para ampliar el catálogo de elección de los lectores, nos detenemos también de manera breve en la colonia de los Ferroviarios. En este caso los chalecitos están localizados en el distrito de Moratalaz y para encontrar el origen de las primeras viviendas hay que viajar en el tiempo hasta 1919, cuando la línea ferroviaria Madrid-Zaragoza-Alicante (MZA, que después se convertiría en Renfe) se fundó y, cuatro años después, levantó las primeras ocho viviendas. Ya en 1927 se inauguró la colonia completa, con 51 pequeños hoteles y una casa comunal. 

Microplán Madrid

Las características principales de las mismas son que se tratan de viviendas de unos 80 metros cuadrados o de 54 por piso las que contemplan dos plantes. Cuatro dormitorios, cocina, baño, sala de estar, parcelas y elementos que tienen que ver con el mundo del tren terminan de decorarlas. Anteriormente pertenecía a Vicálvaro y en la actualidad, casi la mitad de los que habitan este histórico lugar vienen de familia ferroviaria.