La ciudad más pequeña de España se halla en lo alto de una colina y parece sacada de un cuento medieval. Se trata de Frías, un tesoro escondido de Burgos, que destaca por su casco antiguo de calles empedradas, su puente y su majestuoso castillo que transporta a los visitantes al pasado y les permite observar desde allí unas increíbles vistas de toda la ciudad. Este encanto histórico, junto a su ubicación estratégica en la Comarca de las Merindades, a orillas del río Ebro, hace de Frías un destino turístico muy atractivo, por esta razón ostenta el título de uno de los 116 pueblos más bonitos de España desde el año 2014.
Origen e historia de Frías
La historia de Frías se remonta al menos a la época romana, utilizándose como un punto estratégico para cruzar el río Ebro. La primera referencia histórica a Frías data del año 867, durante el proceso de repoblación de las tierras tras su reconquista a los musulmanes. El nombre de este antiguo pueblo fue "Aguas Fridas", aunque más tarde fue reducido solo a la segunda parte de esta denominación.
En el siglo XI, el conde Sancho García adquiere la ciudad, y tras su muerte, Frías se integra en el reino de Pamplona Nájera, predecesor del reino de Navarra, bajo el reinado de Sancho III El Mayor. A principios del siglo XIII la ciudad experimenta un significativo desarrollo económico tras recibir el Fuero de Logroño por parte del rey Alfonso VIII, que promovió su independencia y bienestar.
Frías se convirtió oficialmente en ciudad en 1435. Una estrategia del rey Juan II de Castilla, que tenía como objetivo intercambiar Frías con Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, por Peñafiel. Este hecho marcó el inicio de una serie de enfrentamientos y resistencias por parte de los habitantes de la ciudad, que nunca aceptaron al conde en sus tierras.
La rebeldía de Frías contra la familia Velasco es un aspecto muy importante de su historia. La ciudad resistió los intentos de sometimiento e incremento de impuestos por parte de Pedro Fernández de Velasco durante el siglo XV. La valentía, la resistencia y el espíritu indomable e independiente de los vecinos de Frías se celebran anualmente en la Fiesta del Capitán.
¿Qué ver en la ciudad más pequeña de España?
Los visitantes de Frías se ven atraídos por su patrimonio medieval excepcionalmente bien conservado formado por su puente medieval, sus emblemáticas casas colgadas, el Castillo de los Velasco y la Iglesia de San Vicente de origen románico. Además, Frías es toda una experiencia de viaje al pasado con sus empinadas calles medievales, restos de recintos amurallados y el barrio de la judería, generando todo ello una atmósfera que parece haberse detenido en la Edad Media. Al visitar la ciudad hay varios lugares que son imprescindibles:
En primer lugar, el puente sobre el río Ebro, de origen romano y reconstruido en la Edad Media, que fue crucial para el desarrollo comercial de Frías, pues facilitó el comercio entre la costa cantábrica y la meseta castellana. Este puente medieval destaca por sus nueve arcos y la torre defensiva que se sitúa en el centro.
Puente medieval de Frías en Burgos. Raíces de Castilla
A continuación, no te puedes perder las casas colgadas de Frías, muy similares a las famosas casas de Cuenca. Estas viviendas se asoman al precipicio sobre la roca de "La Muela" y su estructura de toba y madera crea un paisaje urbano único. Se pueden observar mejor desde distintos puntos de la ciudad, incluido el castillo.
Casas colgadas de Frías, situado en la provincia de Burgos.
En la zona más alta de la ciudad, se encuentra la Iglesia de San Vicente Mártir. Aunque el edificio original románico ha sido reconstruido, su Retablo Mayor merece ser visitado y las vistas desde su entorno son imperdibles. Además, la entrada a esta antigua iglesia cuesta tan solo un euro.
Por último, el Castillo de los Duques de Frías o Castillo de los Velasco son la parada obligatoria de cualquier recorrido por la ciudad. Esta fortificación del siglo X se asienta en un peñón, ofreciendo vistas panorámicas sobre la ciudad y sus alrededores. De estilo gótico, construido por Alfonso VIII, es uno de los más espectaculares castillos roqueros de España y jugó un papel estratégico crucial. Es accesible a través de la calle del Mercado y su entrada puede adquirirse en la oficina de turismo cercana por 2 euros.
Castillo de los Duques de Frías o Castillo de los Velasco ubicado en la provincia de Burgos.
Asimismo, en el castillo y los alrededores se celebra cada año la historia de Frías con su festividad más característica: la Fiesta del Capitán, que conmemora la rebelión contra el poder feudal, acompañada por bailarines y danzantes que recorren las calles.
¿Qué ver en los alrededores de Frías?
Al explorar los alrededores del encantador pueblo de Frías, descubrirás un área repleta de atractivos naturales e históricos que capturan la esencia de esta región de Burgos. Junto a Oña y Poza de la Sal, la ciudad medieval pertenece a la Ruta Raíces de Castilla, un recorrido de gran riqueza histórica y natural que enamora a los visitantes.
Cabe destacar también el Valle de Tobalina, famoso por sus paisajes naturales. Allí puedes disfrutar de la tranquilidad del entorno y la belleza de sus cascadas, especialmente la Cascada de Pedrosa de Tobalina, un espectacular salto de agua. Otras cascadas imperdibles en nuestro recorrido son las Tobera, un pequeño pueblo a 2 kilómetros de Frías que cuenta con dos ermitas góticas: del Cristo de los Remedios y de Santa María de la Hoz.
El Parque Natural de Montes Obarenes-San Zadornil es un paraíso para los senderistas y amantes del aire libre. Este lugar se caracteriza por una gran diversidad de flora y fauna, así como por sus impresionantes formaciones rocosas y vistas panorámicas de la región.
Gastronomía tradicional burgalesa
La cocina de Frías se caracteriza por su selección de platos tradicionales preparados con ingredientes de gran calidad. Sus especialidades incluyen el exquisito cordero asado, la famosa morcilla de Burgos y la deliciosa trucha a la navarra, que muestran la diversidad y la riqueza gastronómica del lugar.
Además, la comarca de Las Merindades se distingue por contar con tierras que proporcionan una amplia variedad de productos frescos. La fertilidad de sus suelos y la calidad de sus aguas nos regalan productos agrícolas de inmejorable sabor, como las lechugas de Medina, las patatas y frutas, incluyendo las cerezas de las Caderechas.
El carácter ganadero de esta comarca se refleja en la excelencia de sus carnes, como la ternera certificada con la Marca de Garantía "Carne de las Merindades", así como el cordero y las carnes de caza. Destacan también los derivados de la matanza del cerdo, una costumbre arraigada en la región que ofrece exquisiteces como el chorizo, la morcilla y los torreznos.
El impresionante entorno natural que rodea Frías también influye en su gastronomía, pues gracias a los ricos pastos del norte, las vacas producen leche excepcional que sirve de base para quesos, mantequilla y otros derivados lácteos que sirven como ingredientes clave de los dulces tradicionales de la zona que cautivan el paladar.
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