El Camino de Santiago guía nuestros pasos hasta los pueblos más pintorescos de la mitad norte de nuestro país. Es el caso de Castrojeriz, una villa medieval de Burgos considerada uno de los pueblos más bonitos de España, que alberga a centenares de turistas y peregrinos cada año, los cuales se deleitan con su patrimonio monumental e histórico.

Historia y orígenes de esta villa medieval

El origen del nombre de Castrojeriz proviene del término "castro", que se refiere a un asentamiento fortificado, y su historia se remonta a tiempos muy antiguos, con evidencias de asentamientos en la Edad del Bronce y huellas de celtas y romanos en la región.

Aunque durante la época visigoda el lugar era conocido por su importancia estratégica, no fue hasta la invasión árabe del siglo VIII cuando adquirió aún más relevancia. El Castillo de Castrojeriz fue construido originalmente por los musulmanes en el siglo IX y fue reconquistado por los cristianos en el siglo XI, concretamente en el año 1037, cuando el rey Fernando I de Castilla lo incorporó a su reino​.

Vista aérea de las ruinas del Castillo de Castrojeriz, en Burgos.

Vista aérea de las ruinas del Castillo de Castrojeriz, en Burgos.

Antes, en el siglo X, el conde Garci Fernández otorgó el Fuero de Castrojeriz en el año 974. Un documento que reconocía y legalizaba los privilegios de la villa, estableciendo un modelo de organización social y derechos que sería replicado en otras localidades castellanas.

Durante la Edad Media, el lugar se consolidó como una parada crucial en el Camino de Santiago, desarrollando una estructura urbana alargada que se extendía a lo largo de casi un kilómetro, con numerosas iglesias, conventos y hospitales para atender a los peregrinos. 

Cabe destacar que el castillo de Castrojeriz ha sido escenario de múltiples batallas y ha pasado por diversas reconstrucciones desde la Edad Media hasta la actualidad. En el siglo XIII, el rey Alfonso VIII concedió el señorío del castillo a la Orden de San Juan de Jerusalén, quienes fortificaron y ampliaron la estructura. Posteriormente, en el siglo XV, el castillo fue un punto de conflicto en las guerras entre los reinos de Castilla y Aragón.

Fue precisamente durante esta época cuando ocurrió un trágico suceso. Se cree que en Castrojeriz fue asesinada Leonor de Castilla, la hija primogénita del rey Fernando IV de Castilla y León, que al momento de su muerte era reina consorte de Alfonso IV de Aragón. Tras estar secuestrada en el castillo, la monarca fue finalmente ejecutada por orden de su propio sobrino, Pedro I

¿Qué ver en Castrojeriz?

Empezamos nuestro recorrido por este pueblo burgalés en el punto más alto y emblemático del pueblo: el Castillo de Castrojeriz. El cual está situado en lo alto de un cerro, ofreciendo unas vistas impresionantes de los alrededores. Declarado Bien de Interés Cultural, el castillo está envuelto en una leyenda que habla de un tesoro escondido durante la Guerra de Independencia en siglo XIX por un grupo de soldados franceses. Un botín que nunca fue encontrado.

Desde la fortaleza, descendemos hacia la Colegiata de Santa María del Manzano, una majestuosa iglesia que combina estilos románico y gótico. Construida a partir de 1214, esta iglesia alberga el Museo de Arte Sacro de la comarca y la venerada imagen de la Virgen del Manzano, patrona del pueblo.

Impresionante fachada de la Colegiata de Santa María del Manzano en Castrojeriz.

Impresionante fachada de la Colegiata de Santa María del Manzano en Castrojeriz.

Continuando nuestro paseo, llegamos a la Iglesia de San Juan. Este templo gótico del siglo XIII destaca por su hermoso claustro del siglo XIV y su artesonado mudéjar. La iglesia, obra del arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón, es un ejemplo impresionante de la arquitectura gótica castellana.

Nuestra siguiente parada es la Iglesia de Santo Domingo, una iglesia gótica del siglo XVI que alberga el Centro de Interpretación del Camino de Santiago "Iacobeus". Aquí, los visitantes pueden aprender sobre la importancia de Castrojeriz en la Ruta Jacobea y su influencia histórica en los peregrinos que atravesaban la villa​.

Seguimos nuestro recorrido hasta las Ruinas del Convento de San Antón, situadas a las afueras del pueblo. Este antiguo monasterio del siglo XIV funcionaba como hospital de peregrinos y, según cuentan las historias, allí los monjes curaban con pan y vino que creían sanadores a quienes padecían la enfermadad llamada "el fuego de San Antón", causada por la ingesta de alimentos contaminados por micotoxinas.

Ruinas del Convento de San Antón ubicado en la localidad burgalesa de Castrojeriz.

Ruinas del Convento de San Antón ubicado en la localidad burgalesa de Castrojeriz.

De vuelta en el centro del pueblo, visitamos la Plaza Mayor, un hermoso espacio porticado presidido por el Ayuntamiento, que data del siglo XVII. Caminando un poco más, encontramos el Convento de Santa Clara, fundado en 1326. Este convento gótico, actualmente habitado por monjas clarisas, cuenta con una iglesia presidida por una talla de la Inmaculada del siglo XVIII y un claustro neoclásico. 

Por último, para los amantes de la naturaleza, Castrojeriz ofrece paisajes maravillosos. El río Pisuerga pasa muy cerca de Castrojeriz, proporcionando un lugar perfecto para paseos relajantes o actividades al aire libre como la pesca y el piragüismo. Además, la cercana Sierra de la Demanda y el Parque Natural de las Hoces del Riaza ofrecen rutas de senderismo y oportunidades para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.

Su gastronomía, conocida por la Feria del Ajo

La gastronomía de este pueblo refleja la calidad y particularidad de la cocina castellana y leonesa, que destaca por su sabor tradicional. El plato estrella de la región es el lechazo asado, un cordero lechal asado lentamente en hornos de leña, lo que le confiere una carne tierna y jugosa. Este plato es una delicia imperdible para cualquier visitante.

Además, Castrojeriz es conocido por su queso de oveja, producido de forma artesanal y caracterizado por su sabor intenso, perfecto para acompañar cualquier comida o como aperitivo. Así como la morcilla castreña, que es otra delicia local. También destacan las panaderías de esta villa que son conocidas por su pan recién horneado y otros dulces típicos como los sobaos pasiegos y las rosquillas de anís.

Aunque el ingrediente estrella de esta localidad es el ajo, con el que elaboran su plato más emblemático: la sopa de ajo, que consiste en una mezcla sencilla de pan, ajo, pimentón y aceite de oliva. En torno a este alimento, Castrojeriz organiza cada 25 de julio su Feria del Ajo, en homenaje a Santiago. 

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