Las mejores playas y zonas de baño de Castilla-La Mancha
Si algo está claro es que la famosa canción de The Refrescos de finales de los 80 sobre la ausencia de playas no se refería a Castilla-La Mancha. A lo largo y ancho de la región, sus cinco provincias acumulan más de 30 playas de gran calidad que aprovechan la riqueza fluvial de esta región labrada por ríos tan emblemáticos como el Tajo, el Guadiana, el Júcar y el Segura. Playas en las que solo falta la sal en el agua, porque cuentan con sol, chiringuitos, diversión y aventura.
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ofrece en su web un listado de todas sus playas y zonas de baño de interior que se mantiene actualizado durante todo el verano.
Este listado está encabezado por Ciudad Real, con un total de 9 playas y zonas de baño entre las que destacan las situadas en las emblemáticas Lagunas de Ruidera, un paraje natural y protegido, en el que no se permiten las embarcaciones de motor, pero sí el baño incluso con colchonetas y canoas. Su interés para los visitantes se complementa con una rica oferta de bares y chiringuitos.
A la provincia ciudadrealeña le siguen de cerca Albacete y Cuenca, con 8 zonas de baño cada una. La primera comparte con Ciudad Real el paraje de las Lagunas de Ruidera, pero además tiene en su haber el paraje de cuento de La Playeta de Alcalá del Júcar: situada en la hoz del río del mismo nombre, junto al histórico puente romano y a los pies de sus casas enclavadas en la montaña. Y la geografía de Cuenca, con sus famosas serranías, nos brinda tesoros para el baño como el Embalse de Toba, cuyas aguas no tan frías lo hace ideal para disfrutar con niños, o las aguas azules de las piscinas naturales de la Laguna del Tobar.
Turismo activo: deportes acuáticos en Castilla-La Mancha
Aunque la tranquilidad y la relajación en remojo están aseguradas, Castilla-La Mancha ofrece todo un catálogo de actividades acuáticas para los amantes de la adrenalina, con diferentes dosis de emoción. Prácticamente todas las zonas de baño cuentan con actividades de navegación, como el uso de canoas, kayaks, piragüas, paddle surf o veleros… siempre en las manos de monitores expertos y empresas especializadas. Destacan los embalses de Entrepeñas y Buendía en Cuenca y Guadalajara, las Lagunas de Ruidera en Ciudad Real y Albacete, o el embalse de Cazalegas en Toledo, famoso por su instalación de cableski para practicar el esquí acuático o el trepidante wakeboard.
Turismo activo en el Alto Tajo. Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
Los amantes de las emociones fuertes también tienen la posibilidad de conocer más de cerca las típicas hoces de la geografía castellanomanchega y sus aguas bravas. Para ello, nada mejor que atreverse a practicar rafting o, incluso, la experiencia más inmersiva que ofrecen el barranquismo y el descenso de cañones. Una de las zonas más populares y con unos parajes bellísimos es el Ventano del Diablo, a pocos kilómetros de la Ciudad Encantada de Cuenca, pero también en Poyatos, la Hoz Somera o las Majadas ofrecen buenas posibilidades, al igual que muchas zonas del Alto Tajo como Poveda de la Sierra o las Hoces del Cabriel en Albacete.
Casas rurales con piscina: tu propia casa en Castilla-La Mancha
Castilla-La Mancha también ofrece la posibilidad de disfrutar de un alojamiento con todas las comodidades necesarias, pero sin renunciar a luchar contra el calor. Porque de las más de 1.500 casas rurales que hay repartidas por todo la región, más de la mitad cuentan con piscina y hay donde elegir: cubiertas, al aire libre, adaptadas para personas con movilidad reducida, de agua salada, con tobogán…
Playa de Cuenca. Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
En Ciudad Real tiene fama El Robledo, un pequeño municipio que cuenta con 18 casas rurales, algunas pintorescas con forma de castillo o con pista de pádel, y con la ventaja de tener en el pueblo la zona de baño del río Bullaque y a pocos kilómetros el Parque Nacional de Cabañeros. En Toledo, puedes disfrutar de una casa rural con piscina, granja y huerto en pleno embalse del Torcón o de otra con gallinero y parque infantil en Albarreal del Tajo, a un par de minutos del espectáculo natural de las Barrancas de Burujón. Y en Albacete destacan las casas rurales a pie de montaña y asomadas al río Júcar o amplias fincas que, además de piscina, disfrutan de su propio SPA.
Otra opción para quienes todavía busquen más mimos estas vacaciones son los hoteles rurales, donde además de piscinas para combatir al verano, encontramos servicios de hostelería para empezar el día con un buen desayuno. En Guadalajara, destacan algunos en la capital, pero también enclavados en parajes como Sigüenza, Brihuega o la zona de los Pueblos Negros.
Un verano de festivales en Castilla-La Mancha
El verano es también época de festivales y Castilla-La Mancha ofrece a sus visitantes un menú que va mucho más allá de la música. En plena Sierra del Segura, en Letur, tiene lugar Leturalma, el festival promovido por Rozalén en el pueblo de sus orígenes para luchar contra la despoblación rural. Del 20 al 22 de julio, además de Rozalén, se darán cita artistas como El Kanka, Seguridad Social, De Pedro, Zoo, Karmento, Reincidentes o Tanxugueiras. Y todo acompañado de toboganes acuáticos, talleres de acuarelas, feria infantil, un globo aerostático, paintball…
Julio es el mes grande del municipio más teatral de España: Almagro. La localidad ciudadrealeña celebra desde hace 46 años su Festival Internacional de Teatro. Su famoso corral de comedias, pero también sus muchos teatros, museos, plazas y su casco antiguo (conjunto histórico-artístico desde 1972) se llenan de teatro, música, danza y circo, con especial atención al Siglo de Oro. Con un centenar de actividades programadas para este verano, la 46ª edición trasciende las fronteras y las artes escénicas para ofrecer muchas otras experiencias creativas que dialogan con la gastronomía, la arquitectura, la naturaleza y la artesanía.
Campos de lavanda en Brihuega. Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez
A mediados de julio, el ambiente se tiñe de morado en Brihuega, con el festival que ha alcanzado fama internacional por las impactantes estampas de sus campos de lavanda que inundan las redes sociales de todo el mundo. El 14 de julio, la música a esta experiencia la pondrá Taburete y el día 15 de julio será Víctor Manuel el encargado de poner el broche de oro.
Fiestas y verbenas: el latido veraniego en el corazón de España
El verano es para las bicicletas… y para las fiestas y verbenas. Y no salimos de Brihuega porque este año se viste de gala para celebrar el medio siglo de conjunto histórico-cultural que cumple su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural. Desde el 29 de junio hasta el 30 de julio, la localidad alcarreña organiza no solo visitas guiadas a sus campos de lavanda, también hay vuelos en globo aerostático y parapente, visitas a su destilería, observación de estrellas, talleres gastronómicos y cosméticos… Y, sobre todo, mucha música: conciertos góspel, DJs, filarmónicas, música antigua…
A finales de agosto, los protagonistas son los gancheros, los hombres que durante años se jugaban la vida bajando las maderadas por el Río Tajo hasta llegar a Aranjuez y Toledo. En estas fechas, se celebra la Fiesta Ganchera de manera rotativa por los pueblos del Alto Tajo, que este año recae en Zaorejas (Guadalajara), y donde se rescata aquel oficio en un espectáculo que rememora la pericia de estos trabajadores a los que retrató José Luis Sampedro en la novela El río que nos lleva (que este año cumple 35 años) y que luego se convirtió en la afamada película de Alfredo Landa y Fernando Fernán Gómez.
Albacete es la encargada de cerrar por todo lo alto un verano de fiestas. Entre el 7 y el 17 de septiembre celebra su conocida Feria, que se remonta a 1375, cuando la ciudad se convirtió en Villa y se independizó de Chinchilla. En un principio era una feria comercial y de muestras celebrada en el recinto ferial conocida como La Sartén o Los Redondeles, que es un monumento declarado Bien de Interés Cultural, pero a día de hoy es un acontecimiento declarado de Interés Turístico Internacional que congrega a 2,5 millones de personas. Son 10 días llenos de hitos como la Cabalgata de Apertura, la Batalla de las Flores o una de las Ferias taurinas más importantes de España. Además de las verbenas populares, noches flamencas y DJs, las noches de este año serán amenizadas por conciertos de Morat, José Manuel Soto, Marwan, OBK, Bertín Osborne, Siempre Así, Víctor Manuel o Dani Martín entre otros muchos.
Veranos bajo las estrellas en los cielos de Castilla-La Mancha
No solo de estrellas musicales vive el hombre y pocas estrellas como las del firmamento para dejarnos sin aliento. Y pocos lugares en España tienen tantas facilidades para contemplar las noches estrelladas de verano como Castilla-La Mancha, que alberga un total de 207 municipios con Certificación Starlight. Esta distinción, que se otorga en reconocimiento a la ausencia de contaminación lumínica, a los cielos despejados y a la disponibilidad de infraestructuras para el turismo, es una garantía de poder disfrutar de un verano astronómico.
En Castilla-La Mancha, hay siete zonas reseñadas como destinos astronómicos, repartidas por sus cinco provincias, y todas con una gran riqueza natural y una amplia oferta de actividades culturales y gastronómicas para complementar las noches astronómicas. En Guadalajara, al norte, está la Reserva Cielos de Guadalajara; al este de Cuenca, su Serranía; entre Cuenca y Albacete, La Manchuela; al sur de Albacete, las zonas Sierra del Segura y la de Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel; en Ciudad Real, al sur, la zona de Valle de Alcudia y Sierra Madrona; y entre Toledo y Ciudad Real la zona de Cabañeros.
En todas estas zonas se celebran talleres de observación con prismáticos y telescopios así como talleres de astrofotografía, guiados por monitores experimentados y con inscripciones a precios populares. Otras regiones también acogen observaciones astronómicas con guía totalmente gratuitas que cada noche van itinerando por los pueblos de la zona y cuyos programas están disponibles online.
Las Rutas del Vino en la Bodega de Europa
En unas vacaciones en Castilla-La Mancha no puede faltar el vino y una experiencia enoturística. No en vano, a esta región española se le conoce como “el mayor viñedo del mundo”, con 437.000 hectáreas cultivadas, 85.000 viticultores y 600 bodegas y cooperativas. El turismo del vino está en auge y te permite combinar varias actividades en un mismo día o un fin de semana. Esta región tiene mucho que ofrecer y se ha volcado en los últimos tiempos para proporcionar al visitante unas rutas que ahonden en su tradición vitivinícola y su historia.
La Bodega de Europa cuenta con hasta seis Rutas del Vino, todas centradas en Denominaciones de Origen de enorme calidad. La Ruta de La Mancha está formada por nueve municipios en el corazón de la región quijotesca, que abraza las provincias de Albacete, Toledo y Ciudad Real. La Ruta de La Manchuela incluye 23 municipios entre Albacete y Cuenca y sus viñedos están bañados por el Júcar y el Cabriel. La Ruta de Valdepeñas, al límite con Sierra Morena, es sinónimo de vino y de ritos sociales aparejados, como la Fiesta de la Vendimia y del Vino de Valdepeñas o las Fiestas del Vino de Moral de Calatrava. La Ruta de Jumilla nos ofrece vinos potentes y expresivos, con unos colores violáceos y una redondez muy difícil de superar gracias a su uva monastrell. La Ruta Méntrida-Toledo está ligada a las vistas de Gredos y el río Alberche. La Ruta de Almansa, en Albacete, está vinculada al altiplano que da acceso a la meseta desde Murcia y Alicante y muy ligada a su uva garnacha tintorera.
Y para acompañar los vinos castellanomanchegos, nada mejor que su excelente gastronomía, que está reconocida con 11 restaurantes con la ansiada Estrella Michelín y más de 20 con Soles Repsol. Una cocina reconocida bajo el sello Raíz Culinaria y marcada por la tradición sefardí y la técnica del escabechado, que cuenta en su despensa con productos con Denominación de Origen como la miel de la Alcarria, el Queso Manchego, el Azafrán de la Mancha y uno de los aceites de oliva más afamados en el mundo.
Planes con niños en Castilla-La Mancha: disfrutar y aprender
Las vacaciones son más vacaciones cuando se viven en familia y cuando se comparte la alegría de los más pequeños de la casa, que nos traslada en el tiempo a nuestros propios veranos infantiles. Castilla-La Mancha tiene para los niños un sinfín de planes con los que poder combinar diversión y aprendizaje con mucha pasión.
Cuenca es tierra de dinosaurios. En su capital está el Museo Paleontológico y allí vive Pepito, el esqueleto articulado más completo de dinosaurio que hay en la Península Ibérica. En Fuentes, en 2008, los trabajos del AVE descubrieron uno de los yacimientos de fósiles más importantes de Europa. Le sigue de cerca el yacimiento de Cañada del Hoyo, declarado Monumento Natural y donde se encontró la primera planta con flores del planeta.Y en el yacimiento de La Hoya se han encontrado 30.000 fósiles, algunos de animales nunca vistos en el mundo.
Los niños también tienen una amplia oferta de museos con los que aprender de la riqueza de Castilla-La Mancha. Toledo es la mejor ciudad para acercarse al Arte a través del Museo de la Santa Cruz o del Museo del Greco, el Museo de las Ciencias de Cuenca es una experiencia para los sentidos y un viaje al futuro a través de los misterios del Universo. Si lo que queremos es viajar al pasado (y al interior del Planeta), podemos visitar el Volcán Cerro Gordo, el único museo-volcán de la Península Ibérica. Y si queremos conocer más de la época romana, el Museo Arqueológico de Albacete es una cita ineludible.
Aunque, a la hora de hablar de Historia, pocos lugares más inmersivos que el parque temático Puy du Fou, donde nos espera todo un despliegue de deslumbrantes efectos especiales y magníficas puestas en escena que emocionará a todos los públicos. Una inigualable puerta abierta a la historia, que sólo Puy du Fou sabe contar así.
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